Itongadol.- La presidenta mundial del Keren Kayemet LeIsrael, Ifat Ovadia-Luski, conversó con Itongadol tras regresar de una edición muy especial de Marcha por la Vida, ya que se dio después de la Masacre del 7 de Octubre y porque participó en ella junto con su hija adolescente.
– ¿Por qué es tan fuerte el vínculo entre el KKL y Marcha por la Vida?
– El KKL no solo lleva la Antorcha del Resurgimiento en Marcha por la Vida, realmente existe una conexión directa entre la Shoá y el establecimiento del Estado de Israel, y el KKL es el que sentó las bases para establecer el Estado. Por eso, cuando nos pidieron esta sociedad hace muchos años, vimos cuán importante era desde el aspecto del judaísmo de la Diáspora, dado que el KKL podía ayudar a que llegaran cada vez más jóvenes de todas las comunidades del mundo a esta importante marcha. Esto se conecta directamente con la historia del KKL, que estuvo aquí durante todo el camino hasta el establecimiento del Estado de Israel y hasta el día de hoy, con todo lo que hacemos por el Estado de Israel y por el pueblo judío en general.

– ¿Qué pasa con usted, que va cada año?
– Este fue el segundo año con Marcha por la Vida, pero ya es la quinta o sexta vez que hago viajes a Polonia. No viajé a Polonia con la escuela y cuando fui por primera vez, ya era realmente adulta y madre. Sentía que cada vez que volvía, debía estar allí una y otra vez porque incluso cuando estás ahí, sentís que el recuerdo es más fuerte y, de hecho, constantemente te deja con la curiosidad de saber más y más porque, lamentablemente, la Shoá es un horror que por mucho que vuelva allí y lo vea con mis propios ojos, no lo puedo captar. Por eso es importante para mí regresar allí una y otra vez y estoy orgullosa de que ya sea el segundo año que yo, como presidenta del KKL, llego a Marcha por la Vida y enciendo la Antorcha del Resurgimiento, y en esta Marcha me emocioné aún más porque también estuvo mi hija. Ella fue con una delegación del Ministerio de Educación a Polonia, así que realmente para mí fue una especie de… venís con otra generación, con tu hijo, y es más aún una victoria porque yo también tengo familia que pereció en la Shoá en Grecia y cuando llegas allí, sentís que estás ganando…
– ¿Qué edad tiene su hija?
– Mi hija tiene 17 años y medio, está en 12° grado (5° año). El Ministerio de Educación decidió enviar una delegación de 150 chicos de todo el país y como ella está en algún tipo de programa de liderazgo la eligieron para ir, independientemente de mi delegación. Salió de casualidad que estuvimos las dos, pero no tiene que ver con el KKL.

– ¿Este año fue diferente en Polonia por el 7 de Octubre?
– Lo dije en mis palabras en Marcha por la Vida: Hamas, los terroristas, cuando llegaron a matar a los residentes del Sur, no solo tomaron un arma, una granada, un rifle, se pusieron cámaras. ¿Qué querían realmente? Querían volver a mostrar al judío pobre y humillado, exactamente como en la Shoá. Y digo que estamos allí, nos hemos levantado e inmediatamente les hemos dado un golpe. Y nuestros soldados, los soldados de Tzahal, realmente solo tendrán éxito en la misión, y están allí y luchan. Esa es nuestra victoria. Entonces, no pudieron, ni tendrán éxito en su objetivo.

– ¿Qué pasará el año que viene en Polonia?
– El próximo año será el 80° aniversario de la «liberación» de Auschwitz. Desafortunadamente, este año llegaron a Marcha mucho menos jóvenes del mundo porque la gente tuvo miedo por el tema de la seguridad, y era un poco esperable… Pero creo que de todos modos debían hacer la Marcha y deben continuar. Está prohibido rendirse… Deben continuar y preocuparse por que el próximo año sea poderosa. Y digo nuevamente que el mensaje allí es que el Estado de Israel y el pueblo judío somos uno. No hay distinción: los judíos de la Diáspora son nuestros hermanos y el Estado es suyo. Y siempre digo esto, también sobre el KKL: el KKL es una organización de todo el pueblo judío, en Israel y en la Diáspora.
– ¿Qué ve en los jóvenes después del 7 de octubre? ¿Un trauma?
– Es cierto que estamos traumatizados y es cierto que sufrimos un duro golpe, pero también que nos levantamos muy rápido, y veo que son particularmente los jóvenes los que tienen ese sentido de movilizarse. Es simplemente increíble… Hoy se ve a tantos estudiantes de 12º grado que pretendían hacer una cosa en el Ejército y hoy se postulan y se enlistan en unidades de combate. Y en términos de la sociedad civil, todo lo que sucede en Israel en términos de donaciones y voluntariado es algo realmente sorprendente. Tenemos prohibido olvidar que todavía tenemos una población muy, muy grande evacuada en hoteles, y el KKL todavía los está ayudando, y de hecho, los estamos ayudando con jóvenes que están constantemente a su alrededor y los acompañan. Así que creo que es cierto que la historia de octubre fue un golpe y una conmoción, y nadie pensaba que algo como eso podía pasarnos, pero muy rápidamente, como el Pueblo de Israel sabe, recobramos el sentido, estamos luchando y seguimos adelante.
– Sentada en el sillón del KKL, un sillón muy importante, puede ver desde arriba todo lo que pasa en Israel y también en el exterior. ¿Qué ve ahora en Israel? ¿Qué pasa en el mundo judío? ¿Qué cree que sucederá o debería suceder?
– Estoy justo camino a una conferencia de jóvenes líderes de todo el mundo, que son líderes de comunidades judías, y sabemos que el 7 de octubre hubo una guerra no solo para el Estado de Israel, sino que es como que alguien presionó un botón y todo el antisemitismo estalló, y las comunidades judías también están sufriendo eso. Ahora bien, creo que hoy la conexión entre Israel y las comunidades judías es más fuerte que nunca, tanto por su voluntariado para con Israel como nosotros para con ellas en estos tiempos que son tan difíciles, ya que padecen un duro antisemitismo. Hay antisemitismo en lugares donde no pensábamos que fuera a estallar… En términos de futuro, creo que toda la situación actual traerá oleadas de inmigración a Israel. Creo que hoy los judíos de todo el mundo comprenden mejor que nunca que no hay lugar más seguro para los judíos en el mundo que el Estado de Israel. Por más que estemos en guerra y por más desafiante que sea la situación aquí, todavía estamos en nuestro país, en nuestro hogar, y ellos siempre necesitan saber, los judíos de todo el mundo necesitan saber, que tienen un lugar adonde volver.
– ¿Cuál es el trabajo que hacen en Israel ahora y qué cree que tienen que hacer en el exterior?
– En primer lugar, apoyamos a las comunidades tanto del Sur como del Norte. Desde el punto de vista de seguridad, apoyamos a todos los equipos de alerta para que pudieran comprar equipamiento de seguridad. En términos de educación, tenemos equipos que se extienden por todos los puntos donde hay evacuados y aquellos que han regresado, y constantemente realizan actividades educativas con ellos y les dan una contención muy, muy importante. En lo que respecta a las comunidades: primero, me emocionó que todo este tiempo llegaran muchas, muchas delegaciones a Israel. Eso realmente nos fortaleció. No es obvio que una persona venga a un país cuando hay guerra… La gente vino con delegaciones, y en esta historia de las comunidades, creo que también debemos tener cuidado en desarrollar un liderazgo joven, especialmente en el Movimiento Sionista. Necesitamos entender que la generación joven es el futuro del Movimiento Sionista, y nosotros lo hacemos, el KKL lo hace. Como dije, ahora estoy camino a una conferencia que impulsamos con la Organización Sionista Mundial, una conferencia de líderes jóvenes, que es lo que debemos hacer: desarrollarlos en las comunidades y también darles herramientas para afrontar el antisemitismo, que tengan resiliencia en las comunidades.
– ¿Cuál es el mensaje para las comunidades de Sudamérica o del mundo? Hay una relación importante, a través del KKL, con los maestros, los alumnos, las escuelas, los padres…
– En primer lugar, en toda la historia de la educación, estamos allí de manera muy significativa y creo que los educadores, tanto en Sudamérica como en el mundo, y los padres, los niños deberían reunirse y aumentar las actividades que los unieron a Israel. Por ejemplo, las clases de hebreo. Eso es algo que, desafortunadamente, está desapareciendo, precisamente en América Latina, y es algo que puede conectar aún más con el Estado de Israel. Las delegaciones a Israel también. Si un maestro viene a Israel en una delegación, creo que regresa a su casa un maestro mucho más sionista, que entiende mucho más a Israel y que puede enseñarlo mucho mejor.