ItonGadol.- A pesar de la pandemia del coronavirus y de las restricciones en todo el mundo, la próxima semana partirá de la Argentina un nuevo vuelo con más de 80 olim que llegarán a Israel. Leonardo Naidorf, representante del Keren Leyedidut en la Argentina, mantuvo una entrevista con ItonGadol sobre cómo funcionó el proceso de aliá en este último tiempo y destacó: “Hemos asumido la tarea de hacer trámites casi en forma personal para que la gente pudiera cumplir su sueño de llegar a Israel”.
Además, Naidorf consideró que el Keren Leyedidut hoy en día “es reconocido en Argentina como un actor central por todos los que forman parte del universo de la aliá”.
-¿Los cielos se están abriendo lentamente?
-Estamos todavía en un contexto de excepcionalidad, porque si bien hubo cierta apertura de las restricciones en el aeropuerto de Israel, todavía no hay una apertura total. Seguimos dependiendo de autorizaciones especiales, con lo cual por el mes de marzo hasta Pesaj los vuelos van a seguir siendo con bastante trabajo especial atrás. Tenemos la expectativa de que después de Pesaj volvamos a cierta normalidad, que por lo menos aún dentro de la pandemia habíamos adquirido, con la posibilidad de programar los vuelos con cierta antelación y orden. No lo hemos logrado en febrero y marzo, pero al mismo tiempo hemos redoblado esfuerzos tanto en lo institucional como en lo personal de quienes trabajamos en este tema, para que todos pudieran llegar a destino lo más cercano posible a su planificación.
-¿Se había generado un embudo respecto a la gente que venía demorada con su aliá?
-Ese cuello de botella se generó por la suspensión sucesiva de muchos vuelos regulares y eso obligó a trabajar con vuelos excepcionales. En el Keren Leyedidut venimos haciendo un doble trabajo: por un lado resolvemos el problema desde lo logístico, lo técnico, pero también acompañamos a cada persona y a cada familia en la angustia que genera no saber cuándo uno se va a ir. Pero también acompañamos en la angustia de gente que quizás ya no disponía de su vivienda o de su fuente de ingreso laboral. Entonces la situación se volvía cada vez más crítica y con mucha más presión para cada una de las personas. Nosotros lo sentimos, lo vivimos y nos esmeramos en acompañar. Hemos asumido en algunos casos la tarea de hacer trámites casi en forma personal para poder lograr que la gente pudiera llegar a Israel.
-¿Qué se conoció de la gente que llegó a Israel en el último viaje?
-Fue un vuelo donde la gente primero hizo una escala en San Pablo. Unos 70 argentinos se encontraron con otros 50 brasileños y todos juntos viajaron hasta Europa, donde se hizo el tramo final. La llegada tuvo un nivel de emotividad tan intensa… porque fue tan esperada, tan deseada y tan sufrido para mucha gente. Había gente que viajó en ese vuelo y que tenía fecha de vuelo para un mes antes. Fue una situación de una carga emocional muy intensa, pero al mismo tiempo, aun en la angustia, recibimos mucho agradecimiento en términos personales, por haber trabajado en forma conjunta con la Agencia Judía, para que cada persona estuviera cumpliendo su sueño. Siempre decimos que el proyecto no es subir a un avión, sino desarrollar un proyecto de vida en Israel. Nosotros quedamos muy satisfechos y pudimos recibir ese feedback, esa retroalimentación de la gente con su alegría.
-Después de tanto esfuerzo, ¿hoy el Keren Leyedidut es una marca registrada y un sello que toma cuerpo en lo que tiene que ver con la aliá?
-Hoy el Keren Leyedidut es reconocido en Argentina como un actor central por todos los que forman parte del universo de la aliá. Tomamos las decisiones en forma conjunta, nos acompañamos tanto con la Agencia Judía como con el consulado cuando es necesario, y el reconocimiento que recibimos a la labor y al rol que ocupa el Keren Leyedidut en este escenario es muy grande. Estamos muy contentos, es una satisfacción que yo la recibo desde la oficina de Jerulsalem, porque hace tres años cuando abrimos la oficina de Argentina había más interrogantes sobre cómo iba a funcionar. Y hoy hay un gran reconocimiento de los olim, las organizaciones y de todos los actores que forman parte de la aliá.
-La cantidad de gente que está viajando a través del Keren Leyedidut es cada vez más. ¿Por qué la gente termina eligiendo al Keren Leyedidut para hacer aliá?
-Básicamente por dos cuestiones. Una tiene que ver con la ayuda material adicional que brinda el Keren Leyedidut, que es muy necesaria y requerida. La ayuda tanto desde lo económico, como con el equipaje y la logística. Pero también, y fundamentalmente, por el acompañamiento. Tanto el que brindamos aquí antes de que viajen, como el que se brinda cuando llegan. Desde hace un tiempo, la gente cuando llega tiene que estar diez días aislada en un hotel. Y esos diez días recibe mucho acompañamiento del Keren Leyedidut. No solamente teniendo video-llamadas, explicando cómo se sigue y conteniendo, sino también que cuando salen del hotel reciben regalos que le hacen encarar con alegría esta nueva etapa. Todo ese conjunto de cuestiones hacen que la mayor parte de la gente termine realizando su aliá a través nuestro.
-Todos los trámites de la aliá se hacen a través de la Agencia Judía, que es la parte administrativa de este proceso. ¿El Keren Leyedidut aporta un trato más humano?
-Quiero reconocer la tarea de la Agencia Judía, porque tiene una tarea muy pesada. Es un proceso migratorio, en el cual hay que ser muy puntilloso y cuidadoso con la documentación. Pero también vimos que el desafío que teníamos nosotros desde el Keren Leyedidut era poder tener empatía con toda la carga emocional y las expectativas que tiene una persona que decide irse a vivir a Israel. Entendimos que ese acompañamiento y ese diálogo tenía que ser una parte esencial del proceso y que nosotros estábamos con la capacidad y la experiencia como para poder sumarnos desde ese lugar.
-Ningún israelí de bien puede ver con malos ojos esta tarea, porque en definitiva es bueno para todos…
-Sí, es una organización que vino a sumar. Entendemos que el valor agregado que ha venido a aportar el Keren Leyedidut se ve, se siente y se valora. Y eso es una satisfacción.
-¿Cuándo es el próximo vuelo y cuánta gente viaja?
-Tenemos prevista la salida de 81 personas la semana que viene, el día martes, y es un vuelo que reúne a todas las personas que tenían que viajar en marzo antes de Pesaj. Fue un trabajo enorme, donde también hemos contado con ayuda de la Agencia Judía, pero ha sido una tarea liderada por el Keren Leyedidut. Estamos muy contentos de poder ayudar a toda la gente y descomprimir este cuello de botella, esperando encontrar en abril un cronograma más holgado. Estamos muy felices de que más de 80 personas estén con la posibilidad de concretar su aliá, que es el sueño por el cual lucharon tanto tiempo.
-¿Podemos decir entonces que el que quiere empezar a pensar en su aliá puede hacerlo con la nueva normalidad?
-Sí, mucha gente que está empezando su proceso de aliá, al ver algunas noticias de lo que está pasando ahora, se asusta o pregunta si le va a pasar lo mismo. Pero la realidad es que aún en una situación difícil como esta, hemos podido sacar en diez días más de 150 olim. Con lo cual, aún en las condiciones más difíciles, se puede. Por eso, que se queden tranquilos, que todos van a poder concretar su sueño. Israel los está esperando.