Por Laura Lichtenstein, coordinadora de Aliá Protegida
Llega esta época del año e inevitablemente, nos invita a reflexionar, a replantearnos y re-preguntarnos aquellas convicciones que quizás ni notábamos que estaban ahí, firmes en nuestros pensamientos.
Muchos días de festividades… de acercarnos al templo, o cenar en familia, o ayunar o tener tiempo libre en medio de la semana… acciones que cortan la rutina y nos permiten reconectarnos con espacios y personas que enriquecen nuestras vidas. Amigos, familia, comunidad, espacios que nos brindan seguridad, que nos nutren, nos acompañan y nos permiten ese sentimiento de pertenencia que tanto nos caracteriza como pueblo.
Y la frase “nuevo año, nuevas oportunidades” resuena en nuestras cabezas. ¿Será que el cambio de calendario trae nuevas oportunidades? ¿Será que el que no tiene una familia para cenar en Rosh Hashana la tendrá el año que viene? ¿Será que el que no tiene una computadora para aprender hebreo la tendrá en el 5784? ¿Será que el que no tuvo el privilegio de sentirse parte de una comunidad se acercará a golpear la puerta por sí solo y preguntar si lo dejan pasar?
En Aliá Protegida sabemos que las oportunidades no “llegan”, las oportunidades se buscan y se generan. En mayo del 2022, un grupo de jóvenes de entre 20 y 30 años que atraviesan contextos de vulnerabilidad comenzaron a prepararse para su proyecto de aliá. Desde ese momento, comparten actividades con personas que tienen sus mismos objetivos, aprenden hebreo, estudian sobre Israel y desarrollan herramientas emocionales para enfrentar los desafíos que se vienen. Los que no tienen computadora para estudiar, reciben una. Los que están más flojos en hebreo, tienen compañeros a su lado dispuestos a dar una explicación extra. Los que no logran apostillar a tiempo su partida de nacimiento, obtienen ayuda. Los que nunca habían festejado un jag, compartieron una merienda en la suca. Los que nunca habían compartido una cena de Rosh Hashana, recibieron invitaciones de sus propios compañeros de aventuras.
¿Y será que esas oportunidades llegan por el nuevo año? No, definitivamente llegan porque se construyen. Porque elegimos como comunidad acompañar y mirar a los ojos. Comprometernos y preguntar genuinamente “¿Como estas?” “¿Que necesitas?”. Nuestro compromiso es estar presente y acercar derechos a todos, no solo a lo que tuvieron la suerte de sentirse parte. Y la capa de superhéroe la dejamos para la tele, porque cambiar el rumbo de una vida, generalmente, está al alcance de todas nuestras manos. Conectar una persona con una oportunidad demanda ganas y algo de tiempo, no mas que eso.
Entonces movilizamos nuevamente nuestras creencias… ¿será que esas oportunidades llegaron con el año nuevo? ¿O será que llegaron por el compromiso de los que unen, de los que preguntan de corazón a corazón, de los que comparten contactos, de los que abren puertas y comparten información? A veces, se necesita decir simplemente “hay un programa que te puede interesar”, y dejar a la vida hacer el resto. Porque las oportunidades no llegan por un nuevo año, llegan por el compromiso y las acciones cotidianas de voluntades que se unen.
Aliá protegida es un programa de aliá dirigido a jóvenes de 20 a 30 años con secundario completo que atravesaron o están atravesando situaciones de vulnerabilidad. Consiste en 8 meses de preparación en Argentina, 10 meses de ulpan y acompañamiento en Israel.
Si querés conocer más del programa podés entrar a nuestras redes @aliaprotegida o mandarnos wapp al +54 9 11 71349360