Inicio COMUNIDAD EN ACCION Jabad. Rabino Abraham Levy: ‘‘Nuestro objetivo siempre fue buscar la necesidad de los yehudim, especialmente los corazones’’

Jabad. Rabino Abraham Levy: ‘‘Nuestro objetivo siempre fue buscar la necesidad de los yehudim, especialmente los corazones’’

Por M S
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Itongadol.- El Rabino Abraham Levy junto a su hijo el Rabino Mendi Levy, lideran la Comunidad Beit Levi Yitzjak en el barrio de Belgrano. Llegar y pararse frente a la pequeña puerta sobre la calle Echeverría es casi una experiencia de vida. Nadie puede imaginar que detrás de esa misma puerta la esencia del judaísmo se hace presente y se siente en el aire. El Rabino Levy tiene ese algo que distingue a alguna personas y una sonrisa única. Se sienta en su sillón rodeado de sus libros de estudio, cábala y Guemará.

Como una marca que distingue a los hombres de Jabad y rodeados de Jasidut, Levy quiere llegar a todos aquellos que por diferentes circunstancias se alejaron del judaísmo, y junto a su hijo lo logran cuando uno observa lo que pasa en esa casa, llena de amor y sabiduría.

Gracias por abrirnos las puertas y así conocer a la gente que asiste diariamente a estudiar y poder ayudar a difundir vuestra enorme tarea en un barrio donde viven tantos judíos y tal vez muchos de ellos lejos de su esencia.

En nuestra entrevista el Rabino Abraham Levy asegura que “Nuestro objetivo siempre fue buscar la necesidad de los yehudim, especialmente los corazones, y eso en sí es el secreto de este lugar. Cada persona que viene realmente se siente cómoda, quiere volver, quiere estar. ¿Por qué?, porque la cuestión es pensar en cada uno que viene acá. Cuando uno piensa en el otro las cosas funcionan bien. Lo que estamos haciendo acá, junto con mi hijo el Rab. Mendi, que también es parte y trabaja muchísimo para este lugar y pone todas sus fuerzas, es buscar siempre la necesidad de los yehudim’’.

Con respecto a las actividades que ofrecen en Beit Levi Yitzjak, el Rabino expresó: »Tenemos shiurim (clases) profundos; uno de los shiurim que se está haciendo ahora es sobre la reencarnación. Un shiur en el que está la gente muy metida en esto, y tenemos otros shiurim también, sobre las letras hebreas, y tenemos también otros para mujeres, especialmente para buscar la armonía interna. Está la rabanit Yael que da estos shiurim acá, y aparte de eso tenemos ayuda para las familias, hogares que necesitan. También tenemos conferencias, qué en los últimos tiempos, por el asunto de la pandemia, se cortó. Las conferencias generalmente eran acá, los sábados, y el lugar estaba lleno siempre’’.

¿Cómo se explica el fenómeno de esta comunidad en el corazón de Belgrano?

Nuestro objetivo siempre fue buscar la necesidad de los yehudim, especialmente los corazones, y eso en sí es el secreto de este lugar. Cada persona que viene realmente se siente cómoda, quiere volver, quiere estar. ¿Por qué?, porque la cuestión es pensar en cada uno que viene acá. Cuando uno piensa en el otro las cosas funcionan bien. Lo que estamos haciendo acá, junto con mi hijo el Rab. Mendi, que también es parte y trabaja muchísimo para este lugar y pone todas sus fuerzas, es buscar siempre la necesidad de los yehudim.

Una vez con un presidente de la AMIA fuimos a visitar el Bialik de Devoto, era Abraham Kaul, y me dijo: ‘qué difícil es ser judío en Devoto y lograr que vengan alumnos, y lograr que haya actividad comunitaria, en cambio en Villa Crespo es mucho más fácil, tienen sinagogas, escuelas y gran hay actividad. Y ahora de pronto en Belgrano donde se sabe que hay una gran población judía que fue llegando de muchos barrios porteños y se convirtió en un lugar que convoca a muchas familias judías, ¿Qué significa tener una comunidad dentro de un lugar o un barrio que reúne a tantos yehudim?

Tener una comunidad en un lugar como este es algo muy difícil, hay que trabajar mucho, porque lamentablemente, la mayoría de los judíos que tenemos aquí no tienen contacto con la parte espiritual, con el judaísmo. Yo creo que se hizo un censo y se comprobó que había más de 50.000 judíos en Belgrano, y la mayoría de ellos son gente alejada. Hay un trabajo muy fuerte, y si hubiera 10 Beit Jabad sería mejor. Porque cada persona busca el lugar donde está cómodo y así podrían acercarse mucha más personas. Nosotros tenemos acá un problema muy, muy difícil, hay 50.000 judíos, pero si vamos a contar la gente que va a los templos no sé si llegamos a 10.000.

Tuve la oportunidad de venir acá un par de veces Rab, y hay un alma en particular con respecto a lo que ocurre aquí. Podría contarnos ¿cómo es la rutina semanal en este lugar?

Bueno, nosotros desde que abrimos este lugar todos los Shabatot tuvimos miníam, desde que empezamos, y eso fue algo que me sorprendió muchísimo, normalmente un lugar empieza y no se consigue, pero acá en shabat siempre hubo minían, todos los tiempos, desde que abrimos. Esa es una de las actividades que hacemos.

Es una señal.

Una señal muy fuerte. Generalmente acá recibimos mucha gente con situaciones difíciles, para poder ayudarlos, para que ellos puedan ir adelante; En la semana tenemos shiurim (clases) profundos; uno de los shiurim que se está haciendo ahora es sobre la reencarnación. Un shiur en el que está la gente muy metida en esto, y tenemos otros shiurim también, sobre las letras hebreas, y tenemos también otros para mujeres, especialmente para buscar la armonía interna. Está la rabanit Yael que da estos shiurim acá, y aparte de eso tenemos ayuda para las familias, hogares que necesitan. También tenemos conferencias, qué en los últimos tiempos, por el asunto de la pandemia, se cortó. Las conferencias generalmente eran acá, los sábados, y estaba lleno siempre.

¿Y lo que usted llama shiurim, son lo que se puede llamar una clase de Torá, de Guemará o el shiur es lo que conocemos sólo como shiur y no hay esos espacios también de estudio?

Sí, tenemos esos espacios. Ahora por ejemplo se está formando un nuevo Kolel, pero un Kolel especial, un Kolel Erev, que es para la noche y ahí se va a estudiar algo que no se estudia en el Kolel generalmente, se va a estudiar toda la parte de jasidut. Va a ser un Kolel de Jasidut, donde se va a dar la parte profunda de la Torá, eso es uno. Y después tenemos también gente que viene y estudia Guemará, son cursos especiales, que vienen algunos vecinos que están acá, son gente que ya están conectados con el judaísmo los que vienen a esas clases.

¿Se está trabajando para acercar a la gente?

Seguro que sí, estamos trabajando continuamente, se difunden todas las cosas por WhatsApp, cada vez que viene alguien tenemos una dirección más, a veces entramos por la calle y buscamos tener la dirección, hablar, venir y así se va expandiendo, y esa es la idea. La idea principal es llegar a esos yehudim que están lejos, porque uno ve que cuando ellos escuchan algo que los toca, inmediatamente vuelven.


Reciente Farbrenguen.

¿La gente viene aquí a buscar contenidos diferentes?

A mucha gente le interesa porque buscan la profundidad de las cosas, eso es lo que la gente busca y quiere escuchar. Tenemos una persona que viene, que fue dirigente de Benei Tikva, y hay gente de Benei Tikva que a veces viene acá. Nosotros no buscamos hacer entrar a la persona para decirle ‘vos tenes que hacer esto’, lo que buscamos es que él consiga estar bien adentro. Lo que yo pienso que es lo más importante es que el yehudí pueda conocerse como yehudí, que pueda entender que quién es, es el objetivo principal, y el proyecto es que acá, Veezrat Hashem (con la ayuda de D’s) podamos tener un lugar propio. El lugar no es propio, es alquilado, pero tener un lugar propio está en el proyecto. Tener pisos, lugares para el estudio. Nosotros no buscamos que la gente que viene sean religiosos, buscamos que la gente se lleve lo que necesita para vivir, y que pueda mejorar en su vida, es el objetivo.

Es muy Jabad eso, lo digo con todo respeto.

Seguro, seguro, es muy Jabad, pero es el objetivo, después la persona misma empieza a acercarse. El proyecto es cómo trabajar continuamente para el yehudí, ese es el proyecto mayor. Ahora para eso necesitamos un espacio, necesitamos un lugar, un Beit Hakneset más amplio, mejor; un lugar para el estudio. Es un proyecto de mucho de dinero entre otras cosas, pero la idea principal siempre está basada en esto.

Y entre las personas que rezan, ¿Qué observa usted? ¿ Hay un porcentaje de gente que se acercó, y tal vez sin grandes conocimientos a buscar lo que usted dice? ¿Cómo se compone el miníam, la gente que estudia acá?

Mira, por ejemplo hay partes, está dividido. Hay gente de lugares donde no se estudia partes profundas de la Torá, y no sabe, hay lugares que no, y hay lugares que sí, gente que empezó a estudiar acá y se apegó a esas cuestiones, tanto que ellos compraron libros de Jasidut y todo, y van a estudiar, ellos vienen y están muy contentos con esto. Y hay otro grupo de gente, este grupo, por ejemplo, que tiene una relación con el judaísmo de antes, y hay oros grupos que no, que es de repente. Estos grupos son gente que hablando y empezando a interactuar con nosotros empezaron a cumplir Shabat, a comer kosher, tenemos casos de gente que comenzó a ponerse Tzitzit, pero eso fue una decisión propia, eso es lo que nos interesa a nosotros. Nosotros queremos que cada persona decida por sí mismo que eso le importa.

¿Qué fortaleza que tiene el concepto de jasidut y de Jabad? porque usted me dice que hay muchos judíos alejados, y también hay otros judíos que tienen otros lugares para ir. No obstante, cuando yo lo observo tranquilo, sabiendo que tiene que construir su proyecto, a usted se lo ve con gran optimismo con respecto a esto. Es típico de Jabad esto.

Es típico del Rebe, típico del Rebe de Lubavitch, así era. El Rebe de Lubavitch a los 90 años y a los 80 años hizo cosas impresionantes, entonces aprendemos de él que no hay tiempos. Lo que hay que hacer, hay que hacer, hay que avanzar y seguir, hay que ir hacia adelante, eso es lo más importante, y eso es lo que es todo. Yo repito lo mismo, porque es tan importante. El Rebe de Lubavitch no quería edificios, el Rebe de Lubavitch quería edificios con yehudim adentro, lleno de personas con ganas de estar, con ganas de unirse Akadosh Barju.

¿Cómo ve al judaísmo hoy, si quiere en general, o si no digamos en nuestro país, cómo lo está observando? Ya me dijo que los ve muy alejados.

Seguro que sí. Yo lo que veo es que la gente está muy necesitada, y mucha gente alejada no entiende que esa necesidad tiene que ver con su alma

¿Qué me quiere decir usted cuando dice que la gente está necesitada? ¿Capaz que alguien no sabe qué necesita y se da cuenta después de lo que necesitaba?

Exactamente, eso que dijiste vos es una cosa perfecta. La persona vive en el mundo y existen cosas que no la hacen sentir bien, y tiene problemas, y no se da cuenta de que la solución de todo eso tiene que ver con su crecimiento espiritual. Entonces hay mucha gente no religiosa que viene acá, viene por un problema, empieza a recibir, empieza a abrirse una puerta nueva adentro de ellos, empieza a ver cuán importante es trabajar con su interior, empieza a cambiar, los problemas empiezan a diluir en la gente, eso es lo que yo veo. Hoy en día la comunidad es una comunidad que necesita, pero hay un problema que a veces no saben, que lo que necesitan, lo tienen en su sabiduría.

¿Cómo y por dónde empieza alguien que escucha o lee esto? Alguien que quiere ver cuánta necesidad tenía.

Generalmente eso es a través de la propaganda, es increíble, pero la misma gente que viene acá y se lleva una solución trae a otra gente para encontrar otra solución, es una cadena.

Esto habla bien de usted, ya que siempre la cabeza de una institución, más allá de que el Rebe es el Rebe, pero ustedes son shluim (enviados), lo que quiero decir es que es muy importante también quien encabeza una Kehilá para que esto crezca y funcione. ¿Coincide usted con esto?

Yo pienso que lo primero de alguien que dirige una Kehilá es que esté pensando en el otro, no hay otra cosa, eso es lo que yo pienso. Yo puedo pensar en querer un edificio grande, no, a mí no me interesa, lo que tiene que hacer un dirigente de una comunidad, es que otro yehudí venga. Hay que pensar en ellos, traerlos a ellos, mirarlos, atenderlos, fijarte en las cosas que pasan adentro de ellos, y ese es el punto principal, eso enriquece solo. Cuándo pasa eso la gente empieza a venir sola, empieza a caminar y es lo que realmente estamos pasando acá. El farbrenguen del otro día, es un farbrenguen muy lindo porque pasó las ideas que nosotros teníamos, superó esas ideas, y eso es lo que queremos, si tenemos una idea, que eso se vea que aumentó, se superó mucho más que eso. Siempre la idea es pensando en el otro, es fundamental para que el lugar cambie, porque si nosotros tenemos un interés propio, eso sale para afuera. Y para esto no hay vacaciones, al contrario, el hecho de encontrar a otro yehudí y ver que está mejor, eso es vacaciones.

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