Itongadol.- Comienza a ponerse en marcha, en la práctica, este año 2020 e Itongadol conversó con la directora ejecutiva del Centro Hebreo Ioná, Janá Yansenson (foto), sobre la realidad y los proyectos de la institución y la problemática de la educación judía en general.
IG- ¿Cómo está la escuela y la comunidad en general?
JY- Siempre decimos que si algo distingue a nuestra escuela es ser parte de una gran comunidad. Es muy interesante que cada persona con la que hablo, siempre relata un pasado «ionero». Me alegro que todos guarden con cariño recuerdos que, de una manera u otra, formaron la identidad de muchos. Ser comunidad tiene que ver con ser parte de una institución en la que hay vida judía todos los días de la semana. A veces los domingos descansamos, pero todos los días de la semana, desde antes de las 8 de la mañana hasta las 10-11 de la noche, hay actividad. Significa poder ofrecer propuestas para todas las franjas de edad: para los niños, prontamente, desde antes del año en el sistema formal, en la escuela; y también tenemos talleres, un Departamento de Juventud floreciente, que también proclama su identidad con una fuerza impresionante en cualquier evento, con alegría «ionera» que emociona. Un Departamento de Adultos para gente sola y acompañada; de Cultura; también para gente más grande; tefilá, Kabalat Shabat, espacios para estudios de Torá para jóvenes y adultos.
IG- El hecho que haya una sinagoga en la institución tiene que ver con ser comunidad…
JY- Es que justamente desde la sinagoga se irradian contenidos, y estamos todos atravesados por esos valores. Ya desde febrero empezamos con los chicos que hacen Bar Mitzvá en marzo, pero hoy está empezando formalmente Talmud Torá y tenemos chicos de nuestra escuela, de otras y también algunos que no van a un colegio judío y después del proceso de Talmud Torá siempre se quedan enganchados y participando en algún proyecto. Creo que una de las características de esta larga y a la vez joven historia de Ioná es haber judaizado la vida de muchas familias que a lo mejor estaban alejadas de la comunidad, a partir de la experiencia «ionera» y de acercarse para un Bar Mitzvá. Siempre por decisión y elección de los chicos, y después, quizá pasan a formar parte de los servicios religiosos, ofician en juventud o aun crecen más dentro de la tarea voluntaria y profesional. Y muchas veces también, acercan a sus padres. Así que esta vida ionera, que late en la institución toda la semana, también es una fuerte impronta que marca nuestra escuela. Entonces, muchas veces cuando alguien viene a la entrevista de admisión, cuenta que fue alumno o hizo acá su Bar Mitzvá o venía a los grupos o conoció a su novia o se casó en Ioná. Casi toda la gente tiene un pasado ionero, y el que no, cuando se incorpora a la comunidad, rápidamente se siente parte . Es algo que sucede naturalmente . Estas cuestiones son muy importantes a la hora de construir identidad. Quizá queda un poco guardado, pero en algún momento reaparece. Es lo que marca al individuo para que después nos elija para que sus hijos puedan recibir esa base para el camino que están emprendiendo.
IG- ¿Por dónde entra el judaísmo en la institución?
JY- El judaísmo atraviesa las vivencias de la institución en todo. El proyecto de tikún olam no es del área judaica, primero es de la institución. Empieza desde que llegamos a la mañana, promovido por la escuela o por los chicos de Juventud o los de Talmud Torá, pero en esa campaña está toda la institución comprometida. Una de las cuestiones más importantes es que como no es fácil ser judío, las instituciones tenemos que pensar cómo facilitar, cómo proponer y cómo interesar a los adultos, a los jóvenes y a los niños en una comunidad como Ioná. Así como uno no puede pensar a un alumno con nuestra propia historia escolar, y por eso hacemos foco en las estrategias de pensamiento, en cómo graficarlas, en la programación , porque tenemos que saber que los niños de hoy van a tener trabajos que todavía no conocemos ; creo que con la vida judía pasa lo mismo. Hay muchas maneras de ser judío y Ioná, como comunidad, ofrece un amplio abanico para que cada uno pueda entrar por donde sea. A veces es por un ciclo de música en la sinagoga, por un concierto de nivel… En febrero hicimos un minifestival de cine judío en el patio, para que la gente venga con sus reposeras y pueda estar fresca, y vinieron a cada una de las películas 150 personas. Un día de 35 ° grados, y el otro tan fresco que debimos haber sugerido que trajeran frazadas, pero la gente se quedó y disfrutó hasta el final . Entonces, estamos siempre desarrollando proyectos nuevos . También puedo contar del proyecto I-D que integra formidablemente a gente nueva , o a gente que a lo mejor se acercó a la comunidad por el Bar Mitzvá de los hijos, trayendo a los chicos a la escuela o porque sus padres están viniendo a un grupo de solos y solas. También estamos lanzando dos proyectos nuevos, vinculados al Bar Mitzvá para adultos Entendemos que la comunidad tiene que tener propuestas abiertas, diversas, proyectos nuevos, y entonces hay gente que a lo mejor no desea mandar a sus hijos a una escuela judía , empieza acercándose por algo diferente y a lo mejor hacemos que mucha gente vuelva a encontrarse con un judaísmo que siempre estuvo latente y vuelve a latir con mucha fuerza.
IG- ¿Qué es I-D?
JY- I-D es Identidad y Diversidad. Es un proceso que trasciende la Argentina porque se está replicando en otros países en eso de salir a buscar a la gente de la comunidad con formatos innovadores. A veces la gente no viene a la sinagoga, pero viene por otra cosa, y se va integrando. Ser comunidad es que encuentre un grupo de pertenencia, de referencia, y entonces, además de estudiar, hacemos cenas sabáticas y distintas salidas . I-D es un proceso que dura unos meses, donde todos, basados en ese principio judío de que todos tenemos algo para decir, y para enseñar, nos preparamos para contar una historia interesante, nos preparamos con profesores diversos y de las áreas más distintas, y este año vamos a tener docentes muy relevantes. Nos preparamos en oratoria y en muchas áreas para que después, en un ámbito distintivo -venimos haciéndolo en el Konex- contar nuestra historia. Después, todo esto tiene una trascendencia fundamental ya que hay gente que queda ligada a la comunidad para siempre.
IG- ¿Cómo ve la educación judía en general?
JY- Creo que afrontamos grandes desafíos y que el proceso de atraer a población judía tanto a la escuela como a la comunidad no es un fenómeno que se da solo. Tenemos la arista de que mucha gente no quiere incluirse en la educación judía porque le resulta cara. Mucha gente a lo mejor dice: «para pagar una escuela judía, prefiero una inglesa», donde todo sea bilingüe desde el principio, con la perspectiva que tenemos. Y tenemos otros fenómenos que son comunitarios… Tiene que haber otro formato porque tenemos migraciones a escuelas inglesas , o a otros colegios. La comunidad tuvo un decrecimiento poblacional importante en los últimos 20 años, y en sintonía con eso, la educación judía también lo tuvo en cuanto a cantidad de alumnos. Es un fenómeno notable. Creo que las escuelas tienen que redoblar la apuesta para que los padres den educación judía. Cuando una familia ingresa al sistema escolar judío, en general continúa. Puede haber un cambio de escuela, pero una vez que probaste darle a tu hijo educación judía… A lo mejor fuiste a una escuela pública o estás muy alejado, pero cuando tuviste la experiencia de que tu hijo tenga un Kabalat Shabat didáctico o una fiesta de Sucot con los abuelos y bailaron, es difícil que digas: «me voy del sistema escolar judío». Siempre y cuando atendamos las cuestiones económicas porque si no, desatendemos la realidad actual… Hay mucha gente a la que la cuota de una escuela judía, esté en la condición que esté, se le hace cada vez más costosa… Salimos a ofrecer becas completas a familias que estén en la escuela pública y hemos incorporado a varios alumnos bajo esa condición, asumiéndolo como un gran esfuerzo. Por supuesto que las escuelas judías no estamos exentas de este país que estamos atravesando todos, y creo que nuestras familias de Villa Crespo son de los más castigados , fiel reflejo de la clase media que hace grandes esfuerzos.
IG- Hay interés en la Organización Sionista Mundial y en Israel respecto de la Diáspora, especialmente por la Argentina, en cuanto a la educación…
JY- Me consta que el interés por la diáspora, y por nuestro país, resurgió con fuerza hace un par de años en Israel. Me tocó vivenciar el proceso en primera persona, espero que se sostenga y crezca.