Itongadol.- Entre operaciones y reuniones urgentes, el jefe del Departamento de Ortopedia del Hospital Hadassah, profesor Rami Moshayov, encontró unos momentos para hablar de los días inusuales, la carga y las dificultades, junto a la esperanza, por la que están atravesando.
«Estos son los momentos en los que se puede ver al bello pueblo de Israel en todo su esplendor. Los soldados heridos también esperan ya el día en que puedan volver a sus unidades», afirmó Moshayov.
En el servicio de traumatología para veteranos del hospital Hadassah Ein Kerem hay actualmente hospitalizados decenas de soldados, algunos de los cuales fueron evacuados en helicóptero directamente del campo de batalla o de hospitales del sur, y aproximadamente la mitad de ellos se encuentran en estado grave.
Moshayov explicó a Mako-Health que en la mayoría de los casos se trata de heridas penetrantes, que incluyen fracturas y la penetración de metralla y balas. «Algunas lesiones afectan a nervios y vasos sanguíneos, lo que hace más compleja la tarea de tratamiento».
«Una fractura abierta suele requerir más de una operación, y a veces hay lesiones adicionales, como heridas torácicas o abdominales, todo lo cual exige la cooperación entre varios especialistas, incluidos cirujanos vasculares y cirujanos plásticos. Por supuesto, hoy en día todo el mundo se moviliza para ello, incluidos ortopedistas que no suelen ocuparse de la cirugía traumatológica y que se unen para aportar sus conocimientos», agregó.
Además, señaló que la plantilla del departamento incluye once médicos que sirven en unidades de élite en la reserva, algunos de los cuales ya fueron llamados a filas. El resto de los médicos trabajan en el quirófano las 24 horas del día. «También recibimos consultas de colegas del extranjero interesados en venir a ayudar, y es reconfortante», expresó.
A pesar de lo inusual de la situación y del gran número de pacientes que afluyen al hospital, el personal está acostumbrado a ver escenas tan terribles.
«Por desgracia, somos expertos en esto. En el pasado, tratamos a un gran número de heridos que llegaron tras los atentados suicidas que tuvieron lugar entonces en Jerusalem», recordó el jefe del Departamento de Ortopedia del Hadassah.
Aun así, según el profesor, todos los días se encuentran con situaciones extremadamente complejas, como la de un soldado que llegó con una fractura abierta que requería cirugía urgente mientras sufría una hemorragia en un vaso sanguíneo importante. «En una situación así, hay que tomar una decisión rápida porque se trata de dos lesiones que requieren tratamiento inmediato y se afectan mutuamente», añadió el profesor Moshayov.
A la hora de hablar de algún caso en particular, mencionó que «cada una de las historias nos llega al corazón. Estos jóvenes tienen la misma edad que mis hijos. Conozco muy bien sus unidades. Una de las historias más conmovedoras es la de un soldado herido al principio de la operación en uno de los puestos avanzados del corredor de Gaza. Sufrió heridas penetrantes y tuvo que tratarse a sí mismo mientras esperaba que lo rescaten. Por suerte para él, su madre es médica de familia, así que lo orientó por teléfono, explicándole cómo vendarse y ponerse un torniquete. Así, mientras se vendaba a sí mismo, también podía atender a otros heridos que estaban a su lado. Al final, fue evacuado al Hospital Soroka, y desde allí vino a nosotros y ahora está siendo tratado en Hadassah».
Para concluir, el profesor Moshayov describió con un atisbo de optimismo: «Hay que señalar que, además de tratar a los heridos, el hospital sigue tratando los casos rutinarios diarios, pero cada vez podemos recibir más pacientes y nos estamos preparando para lo que queda de los combates. Afortunadamente, estos son momentos en los que podemos ver al bello pueblo de Israel en todo su esplendor. No para de acudir gente que quiere donar sangre, el personal médico se moviliza para cualquier asunto a horas inusuales, y los soldados heridos ya esperan el día en que puedan volver a sus unidades».