Itongadol.- El Centro Médico Hadassah fue reconocido por su importante tarea para brindar ayuda humanitaria en Ucrania, en un evento que se llevó a cabo el miércoles por la noche en la comunidad Lamroth Hakol.
En el evento participaron, Carlos Schuster, presidente de Lamroth Hakol; Marcos Juejati, vicepresidente de la institución; Marcelo Taussik, organizador y miembro de la comisión directiva; y el rabino Fabián Skornik.
Por el Centro Médico estuvieron Fanny Ribak, Directora de Desarrollo de Hadassah Con Sur y de CEMIC; Matías Dajcz, secretario de Hadassah Argentina; Cecilia Bullor, miembro de la comisión directiva de Hadassah Argentina; Rashi Mehl, fundadora de Hadassah Argentina la Dra. Dana Tatin, pediatra; las doctoras Jimena Juarez y Mercedes Heinermann, médicas de Familia todas pertenecen al equipo de médicos del CEMIC, que junto al Dr. Pablo Rozic formaron parte del primer equipo de médicos de Argentina en viajar a Polonia.
A mediados de junio concluyó la misión en Ucrania en la que un grupo de médicos argentinos de CEMIC viajó a Polonia para brindar ayuda humanitaria a los refugiados ucranianos afectados por la invasión rusa. El viaje se realizó en el marco del convenio amplio de cooperación académica, científica y tecnológica suscripto entre Hadassah Internacional y CEMIC.
“Quería compartir mi experiencia en este viaje. Fue algo muy intenso, muy fuerte. Lo que más rescato es que se necesitan un par de personas que tengan una intención que venga del corazón para poder cambiar el mundo. Este proyecto nos dio la posibilidad de brindar un servicio que venga del corazón y desde el amor, para poder tocar corazones y que la gente de allá toque también nuestros corazones. Agradezco mucho esta oportunidad y rescato eso, que siempre se necesita un compromiso conjunto para brindar una mano, un abrazo, una mirada de contención o lo que sea para la humanidad, que al fin y al cabo se traduce o se puede reducir a una sola persona”, expresó la Dra. Mercedes Heinermann.
Por su parte, la Dra. Dana Tatin manifestó: “Gracias por invitarnos a participar, estamos muy contentas. Creo que lo que nos dijeron es que tenemos que estar todos unidos y esto de estar juntos, de hacerlo todo por un mismo propósito, estar como hermanos sin importar la religión, los límites, las fronteras, el color de piel y el idioma, creo que esto va mucho más allá. El amor es más fuerte que la guerra”.
Finalmente, Fanny Ribak, coordinadora de Desarrollo de Hadassah, destacó: “Desde el 7 el marzo pasado y luego de un profundo análisis de las necesidades, el Hospital Hadassah junto a Hadassah Internacional instalaron una clínica de atención primaria en el centro de refugiados de la ciudad de Przemysl, a 9 kilómetros de la frontera ente Ucrania y Polonia”.
“Durante los 2 primeros meses la atención de la clínica fue sostenida por equipos rotativos interdisciplinarios de profesionales de la salud de Hadassah.
A fines de mayo se conforma el primer equipo profesional internacional compuesto, por cinco profesionales de la salud de Hadassah, cinco de CEMIC que tiene un convenio de intercambio científico y tecnológico con Hadassah , tres profesionales del Hospital de la Universidad de Chile, y tres del hospital de Lublin. Actualmente se han unido a la misión tres profesionales del Hospital Austral y tres de TEC Monterrey de México”, agregó.
“Una hora separa nuestro lugar de residencia en la cuidad de Rzezow y el Centro de refugiados que era un hipermercado antes de la pandemia.
Cuando un atraviesa sus puertas , lo que ve es la representación del horror, cientos de personas durmiendo una al lado de la otra , llevando en una valija todo lo que pudieron rescatar de su vida en Ucrania, que como la nuestra, incluía un hogar físico y emocional, un trabajo, una escuela y seguramente algo de diversión y entretenimiento. La población que encontramos son en su mayoría madres solas con sus hijos y muchos ancianos, los hombres están bajo bandera, las familias partidas. El trabajo en la clínica se organiza en turnos rotativos de 12 horas diurnos y nocturnos, la clínica nunca cierra.
En estos meses se han atendido casi 30.000 personas, un promedio de 200 personas por día. Los refugiados acuden a la clínica en forma espontánea, estamos a su alcance.
Muchas personas ingresan se sientan y lloran, los médicos curan heridas, diagnostican, recetan, realizan atención psiquiátrica, pero rápidamente nos damos cuenta que la gente necesita un abrazo, una escucha y eso hacemos abrazamos mucho, nos abrazamos muchos, tratamos de sonreír y hacer sonreír, de jugar con los chicos y brindar lo mejor que cada uno tiene, para eso estamos ahí”, expresó.
“Quiero agradecer especialmente al Sr. Enrique Piñeyro que de forma desinteresada trasladó al equipo del médicos de CEMIC a Polonia, en uno de sus vuelos humanitarios y la cooperación internacional entre tantas organizaciones que fue fundamental para llevar adelante esta tarea”, concluyó.