“Estamos en un proceso de integración con la población árabe, pero estamos con dolores de parto”.
Escuchar a Gabriel Ben Tasgal siempre deja muchas certezas, pero también muchos interrogantes y nuevas perspectivas para entender los procesos que se dan al interior del Estado de Israel y en la región.
El sábado pasado Hebraica recibió en su sede de Pilar al periodista y experto en Medio Oriente y conflicto árabe israelí, Gabriel Ben Tasgal, director de Hatzad Hasheni, quien ofreció una charla sobre los desafíos que enfrenta el Estado judío.
La charla se centró específicamente en seis desafíos que hoy enfrenta el Estado de Israel. En primer lugar, el rol de Irán como centro chiita en la región. “Hoy Irán tiene capacidad para fabricar misiles exactos, tiene mucho uranio enriquecido y sabe armar una cabeza nuclear”, explicó Ben Tasgal. “Lo que hace Israel es tratar de frenar el desarrollo nuclear iraní al máximo”, agregó. “Si se expande su desarrollo nuclear puede llegar a otros países chiitas y al propio Hezbollah. Por otra parte, no se sabe aún que hará Biden respecto al Acuerdo Nuclear pero está conversando con Israel cómo seguir. En los últimos días Lapid estuvo en EEUU por este tema”, aclaró.
El segundo desafío que planteó el periodista tiene que ver con una seria inestabilidad en el sistema político israelí y los sucesivos llamados a elecciones de los últimos meses. “Yo no creo que el sistema israelí falla, durante años no ha fallado”. Ben Tasgal explicó brevemente que el sistema israelí es un sistema multipolar en el cual se presentan más de 30 partidos políticos. “¿Qué temas discutimos? Halcones contra palomas, laicos contra religiosos, izquierda y derecha económica, árabes vs. judíos, ashkenazies vs. sefardíes”, resumió. “El mapa político israelí cambió. Ahora es Bibi y anti Bibi. Es la nueva grieta israelí”. Explicó además la conformación diversa del gobierno actual: “En el mismo gobierno están los partidos árabes islámicos, la extrema izquierda israelí, la izquierda, el centro, la derecha y la ultraderecha. ¿Qué los une? Ninguno quiere a Bibi”. Según su perspectiva, cualquier crisis pequeña podría desarmar a este gobierno.
Tercer desafío: los árabes en Israel. Ben Tasgal explicó que el 20% de la población israelí es árabe, de los cuales el 96 % son árabes musulmanes. Expresó que es necesario entender que la cultura árabe es una cultura de clanes (jamulas) que debe convivir con las normas de un Estado moderno.
“El hecho de que Balad (partido árabe israelí) forme parte del gobierno es muy positivo. Es una bendición que el 20% de la población esté representada en el gobierno”. Agregó también que, aunque la prensa en general no lo muestre, hay un acercamiento y una integración de la población árabe a la sociedad israelí, un aumento en su participación en la vida pública y una mejora en sus niveles educativos y económicos. “Estamos en un proceso de integración con la población árabe, pero estamos con dolores de parto. La población árabe israelí está cambiando porque hay más aceptación de las normas de un Estado moderno. La tendencia es positiva.”
El cuarto desafío que mencionó Ben Tasgal es la economía. “Israel vende ideas al mundo. Se venden inventos a empresas extranjeras que no quedan en el país. El mercado local es pequeño”, explicó haciendo referencia a las innovaciones tecnológicas que exporta Israel. Sin embargo, y este es el desafío, “el próximo paso es que se queden y se desarrollen en Israel a través de oficinas locales de investigación y desarrollo para mejorar el mercado interno.”
En quinto lugar, el rol de Israel en la región. “Para entender los Acuerdos de Abraham, hay que dividir el Medio oriente en cuatro: chiitas, grupos radicales islámicos, hermanos musulmanes y no radicales”, analizó Ben Tasgal aclarando que entre los no radicales se encuentran Egipto, Jordania, el gobierno de Bahréin, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. “Hay que protegerse de Irán. Israel es una potencia económica y militar en la región, por eso los países sunitas no radicales se acercan a Israel a través de los Acuerdos de Abraham”. Por otra parte, agregó que estamos en una etapa post petrolera y los países árabes deben reinventarse económicamente. “Este acercamiento va a continuar especialmente porque EEUU se está retirando de la región y eso provoca nuevas alianzas”, manifestó.
El último desafío al que Israel se enfrenta está relacionado al proceso interno del partido demócrata norteamericano y la retirada de EEUU del Medio Oriente.
“De todos los representantes demócratas, Biden es lo mejor que nos podía pasar, aunque hay fuerzas antiisraelíes dentro del parlamento” afirmó Ben Tasgal. “La buena noticia es que los norteamericanos ya no quieren intervenir en otros países y están en retirada de la escena internacional”, concluyó.
El encuentro fue organizado conjuntamente con el CIMO (Centro de Investigación de Israel y el Medio Oriente de la SHA) y Basilea, la representación local en Argentina y la primera filial fuera de Israel de Hatzad Hasheni, organización líder para el mundo de habla hispana en esclarecimiento sobre el conflicto palestino israelí y temas de actualidad ligados a Israel.