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DAIA/Elecciones. Avruj declina su candidatura a último momento con fuertes críticas

Por Gustavo Beron
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Itongadol.- Lo hizo en una extensa carta pública posteada en su perfil personal de Facebook que incluye fuertes cuestionamientos a la actual conducción, que lidera Jorge Knoblovits (Quien también es el actual secretario general del Congreso Judío Latinoamericano)

Tan solo tres semanas después de haber confirmado su candidatura presidencial para las elecciones de la DAIA del 10 de noviembre, el ex director ejecutivo de la entidad y secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación y la Ciudad de Buenos Aires Claudio Avruj declinó sorpresivamente de la misma días antes del vencimiento del plazo para presentar las postulaciones a las mismas, este lunes.

Lo hizo en una extensa carta pública posteada en su perfil personal de Facebook que incluye fuertes críticas a la actual conducción, que lidera Jorge Knoblovits, que fue acompañada de otra misiva, esta vez privada, pero en duros términos, dirigida al secretario general del Bloque Unido Religioso (BUR) y presidente del Vaad Hakehilot, el rabino ortodoxo Eliahu Hamra.

Les «agradezco infinitamente a todos los hombres, mujeres, instituciones y movimientos que me alentaron y acompañaron en estos meses en la reflexión y pensamiento, que contribuyeron a la elaboración de un programa de acción innovador, que se comprometieron en la tarea por un cambio cualitativo real», comenzó Avruj.

«Escribo con tristeza por la profunda identificación y afecto que tengo con la entidad, aceptando sin reproches ni enojos la realidad, reconociendo que no están dadas las condiciones para ello» porque «no pudimos generar esa actitud propositiva hacia el cambio que imaginamos», dado que «nos enfrentamos a la inercia por mantener el statu quo que impera entre nosotros desde hace tiempo y obstruye toda posibilidad de debate profundo, anteponiendo ideas por sobre vanidades y el uso del poder por el poder mismo», sentenció.

«Como en todo proceso de construcción colectiva encontramos apoyos y negativas, y también traiciones y estafas morales que no imaginamos ocurrirían; el tiempo sabrá dar las respuestas», denunció a medias y sin detalles el ex funcionario.

«Mi declinación a la candidatura y la del equipo que conformamos no es derrota, no la vivo así», y si bien «estamos convencidos de que la DAIA exige un cambio sustancial que la vuelva a convertir en un actor relevante de la comunidad y la sociedad argentina, sabemos que ello no va a ocurrir» porque «la continuidad de la actual conducción solo garantizará la profundización del deterioro institucional que hoy es más que evidente», lamentó.

Avruj apuntó directamente contra Knoblovits, aunque sin nombrarlo: «Seis años en los cargos de máxima responsabilidad, que son los que tiene parte importante de la actual conducción, son a nuestro entender más que suficientes para ser evaluados y los resultados insatisfactorios están a la vista: las experiencias de los últimos tres años, con actuaciones políticas débiles y erráticas que atentaron contra toda la comunidad, hablan por sí mismas».

«Las críticas a una conducción personalista, de falta de plan estratégico comprobable, donde el valor de la palabra empeñada fue devaluada sistemáticamente y la discusión amplia y transparente para la toma de decisiones no fue la moneda de cambio corriente son reconocidas en privado por los mismos dirigentes que en público callan y hoy adhieren en silencio, con más dudas que convicciones por la continuidad de esta forma de gestión», fustigó.

«Me preocupa también el nuevo, peligroso y vergonzante paradigma que se ha instalado en parte de la dirigencia y líderes que toman y/o definen decisiones institucionales: el miedo como argumento», lo cual «no es digno de la historia del pueblo judío», censuró el presidente honorario del Museo de la Shoá.

«Se me ha expresado en infinitas oportunidades el temor al Gobierno nacional», y en ese sentido, «el riesgo de la preservación de vínculos con funcionarios de turno, perder la tranquilidad de beneficios existentes o por lograr se han puesto por encima del necesario debate de ideas, proyectos y modelos de gestión en búsqueda de una mejor calidad institucional de la DAIA», aseguró.

«Olvidan los mensajeros del miedo que la dirigencia judía nunca debe ser elegida para complacer al gobernante; no comprenden que el temor puesto de manifiesto privada y públicamente y ese pensamiento dicho en todo ámbito lo que produce es más dependencia con el poder, y así el liderazgo queda teñido políticamente aunque no lo quiera», refutó Avruj.

«Nosotros no tenemos miedo. Mucha gente no lo tiene. Tenemos convicciones y exclusivamente compromiso con la comunidad y su desarrollo», proclamó.

«Pero hay también una verdad que no se debe seguir negando, ni eludir a la discusión pública y que fue fundamental en mi motivación de llegar a la presidencia de DAIA para oponerme con toda energía: existe un proyecto, en ejecución desde el corazón de la vida comunitaria, de apropiación de la agenda de quien por mandato tiene la representación política como misión» y que se vería reflejada en «una política institucional inspirada en la falsa creencia de que una DAIA inexistente o endeble es beneficiosa», denunció su ex director ejecutivo.

«Esta iniciativa, que se alimenta por la propia debilidad de la gestión institucional de la DAIA, se viene cumpliendo sistemáticamente y quienes hoy apoyan la continuidad de la actual conducción la avalan por acción u omisión; es nuestro deber alertar» al respecto, añadió.

«En lo estrictamente personal, nadie tiene autoridad ni está en condiciones de dudar de mi independencia: estoy orgulloso de mi trayectoria y nadie puede cuestionar mi pertenencia comunitaria, y mucho menos el compromiso personal y afectivo para con la DAIA sin ninguna especulación», se defendió Avruj de quienes lo vinculan con el macrismo por haber sido funcionario del mismo durante varios años.

«No acepto que me etiqueten: mi desarrollo profesional y dirigencial, que incluye mi paso por el Estado Nacional, no me deslegitima en absoluto; al contrario, me potencia», pero «debo señalar que es grave que se instale y aliente el prejuicio justamente en una elección de una entidad que defiende los derechos humanos y en el seno de la comunidad judía», insistió.
«Declinar mi candidatura y la de quienes decidieron acompañarme para presentar una genuina propuesta de recambio generacional y una fuerte e innovadora propuesta de trabajo no implica un abandono de los ideales que perseguimos», sino que «nos exige evaluar cada paso que hemos dado y hacer mejor en el futuro lo que no se hizo suficientemente bien en el presente; aprenderemos de esta extraordinaria experiencia y estaremos desde hoy construyendo futuro», prometió el ex aspirante a la presidencia.

«Seremos fieles observadores del accionar de la DAIA, apoyando y celebrando lo bueno, e implacables en los errores, inspirados en la crítica constructiva», continuó antes de citar al famoso físico judeoalemán Albert Einstein.

«La DAIA es vital para la vida comunitaria y mi deseo personal, y el de quienes me acompañan, es verla brillar siempre, que sea un faro que guíe», y por eso «nuestras propuestas están a disposición» de quien lo desee, cerró Avruj.

Paralelamente, se conoció un mensaje que el ex funcionario le dirigió a Hamra, en la cual con duros términos le expresó su sentir «con absoluta sinceridad», pero «sin enojo» porque en él «no habitan malos sentimientos», aunque «sí mucha franqueza».

«Somos muy distintos» porque «honro a D’s al ir por la vida sin mentir, sin engañar, sin andar con rodeos», mientras que «vos sabés bien lo que has hecho y cómo», le espetó sin especificar.

«La política que encarnás es la más baja y la peor, así está el país y así están haciendo con la comunidad» porque «tu hambre de poder hace mucho daño y pone la imagen de la ortodoxia por el suelo; a tus espaldas lo que de vos se habla es eso y deberías saberlo», prosiguió el ataque de Avruj contra el referente del BUR.

«Manuel (Kobryniec) y yo creímos en vos, ante Ariel (Cohen Sabban) me diste la mano e hiciste lo contrario; lo sabe todo el mundo», especificó.

«No importa: no guardo rencor, ni me muero por dejar de ser candidato», ya que «tengo una vida plena, con hijos, nietos, amigos y trabajo; te perdono» porque «lo que hiciste habla más de tus incapacidades que de virtudes», cerró el ex candidato presidencial de la DAIA.

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