Itongadol.- Luego de anunciar que se convertiría en una escuela bilingüe y que abrirá una nueva sede en Villa Urquiza con un jardín de infantes, ItonGadol dialogó con Nicolás Reck, rabino y director comunitario de Bialik-Devoto, quien destacó que la intensión es “trasladar todo lo comunitario a la escuela, adaptándose a los horarios de las familias, para poder facilitarles la participación”.
«No hay ningún chico ni chica que haya dejado de estar en Bialik por un tema económico, si realmente lo necesita. La función rabínica de juntar fondos para que los chicos estudien es esencial, porque si yo no tengo chicos para educar, ¿qué hago? Y tenemos una comisión directiva que acompaña. Ex alumnos que han sido ayudados hoy en día ayudan en la escuela. Entendemos que tiene que ser esa rueda», remarcó.
La institución, que cumplirá 100 años en 2025, también relanzó con gran éxito este año su colonia de verano.
-¿Cómo terminaron el año lectivo escolar?
-El año escolar lo terminamos haciendo muchas cosas en conjunto con toda la escuela. A la escuela este año le agregamos el Jewish Community School, entendiendo que es una escuela judía y comunitaria. Estamos apuntando mucho a todo lo que a veces solo pasaba en el ámbito comunitario, trasladarlo a la escuela. Por ejemplo, si antes hacíamos un amasado de jalá, antes era a las 18.30 de la tarde, y trasladamos hoy en día un amasado de jalá por jaialim y por Israel a la salida de la escuela. Eso permite que muchos chicos de la escuela con sus familias puedan venir, porque si a los chicos los retiraban a las 16.30, a las 18.30 no volvía nadie, los chicos y las familias de la escuela no participaban. Por suerte en el amasado tuvimos más de 100 personas, unas 50 familias que se quedaron a amasar. Esto es una incorporación, por lo menos con lo que respecta al año anterior, mucho más comunitaria y entender que tenemos que trasladar todo lo comunitario a la escuela. Eso es adaptarnos a los horarios de las familias de la escuela.
-Estamos hablando de una escuela y una institución que tiene una sinagoga. ¿Esto qué significa?
-Por un lado, tenemos lo que sea estrictamente comunitario, que son aquellas personas que, más allá de que haya un bar mitzvá, igual vienen, el viernes, el sábado. Hay 40 personas, mitad chicos, mitad grandes, que se quedan a estudiar los sábados. Están las familias que muchas veces se acercan en los Iamim Noraim, que no pertenecen directamente a la escuela, porque quizás sus hijos ya no vienen más, pero siguen viniendo a los Iamim Noraim. Hablamos de aquellas personas que se acercan a la cena de Pesaj o de Rosh Hashaná, que no están en la escuela. Eso era lo estrictamente comunitario. Hoy en día mi mirada es que todo es comunitario y todo es escuela. Es una escuela comunitaria. Para mí antes Bialik era una institución que tenía comunidad y escuela, que últimamente estaba muy ligada a la comunidad y la escuela, que trabajaba mucho en conjunto, pero seguía siendo una institución con comunidad y escuela. Hoy cuando hablo digo que es una escuela comunitaria. Eso significa que todos somos escuela y todos somos comunidad.
-Cuando mencionás los Iamim Noraim y otras fechas, se trata de una escuela que tiene mucha historia.
-Estamos hablando de que Bialik de Devoto en 2025 cumple 100 años. Tiene mucha historia la comunidad y la escuela. Hay muchas familias que pasaron por Bialik. La gente va mutando y en Devoto y en otros barrios ya no vive la cantidad de judíos que vivían, pero igual se siguen acercando en las fiestas. Por suerte en Iom Kipur se acercó mucha gente. La gran diferencia con respecto al año anterior, no pasa únicamente por la gente que volvió, sino la cantidad de familias de la escuela que vinieron, que el año anterior no habían venido. Por ejemplo, de primer grado, la mitad de las familias estuvieron en los Iamim Noraim. Todo eso sumó a que por suerte hayamos tenido al menos mil personas. Y se notó no solamente en la cantidad, sino en la energía. La gente disfrutó de ver mucha gente y todos lo vivieron muy intensamente, muy familiar.
-¿Los chicos hacen sus bar mitzvot?
-Sigue habiendo varios bar mitzvot. Algunos de los chicos los hacen en otras comunidades. Pero sigue funcionando el bar mitzvá, bat mitzvá, shabat todos los viernes, durante las vacaciones también, todos los sábados, en las festividades, funciona todo como tiene que funcionar.
-¿Cómo te está acompañando desde lo profesional la Comisión Directiva?
-Trabajo en conjunto un montón. Hay diálogo constante, un ida y vuelta muy bueno y lo más lindo, para mí, es la libertad con la que trabajo y me permiten hacer cada vez más cosas. Entiendo que tiene que ver con que las cosas van funcionando, entonces a uno lo dejan, pero hay buena sinergia. Mauro y todos los que lo acompañan tienen una polenta impresionante y eso permite hacer. Tendremos que buscarle más organización a veces, pero lo más importante es hacer primero. Después se van instalando cosas, se van institucionalizando eventos. Este año incorporamos la segunda cena de Rosh Hashaná. El primer año que estuve yo empezamos a hacer el segundo seder de Pesaj, y ya el segundo año que lo hicimos fue mucho más fácil. El año que viene van a estar las dos cenas y van a funcionar mucho más fácil. Ya sabemos la cantidad de gente que más o menos va a venir. Y tratar de incorporar cada año alguna cosita.
-¿Qué planean para 2024, en vísperas del aniversario de la Escuela?
-Vamos a trabajar muy a fondo los 100 años, empezar a contactarnos con ex presidentes de la propia institución, empezar a tener los eventos con miras a los 100 años y obviamente para en el 2025 tener la fiesta, que todavía se está pensando.
-¿Qué se tiene previsto para la inauguración de la nueva sede, con un jardín de infantes en Villa Urquiza para 2025?
-Asumí la función de encargarme de la recaudación, en donde mucha gente se está sumando a la colaboración, entendiendo lo importante que hoy en día es.
Para la apertura del jardín va a ser necesario un impulso extra de mucha gente. Es un honor que te ofrezcan ser parte, y que te ofrezcan tener un aula en el nombre de tu padre, de tu abuelo, y que uno aparte tenga la posibilidad económica de ayudar y de plasmar la historia de la familia de uno en un hito, que esperemos dure 100 años también, para que sus hijos, sus nietos cuando entren digan “esta aula que está con el nombre de mi abuelo, de mi bisabuelo”. Me parece que es poder encontrar y dar la posibilidad a la historia de Bialik de poder quedar mínimo 100 años más.
-¿Cómo funciona la dirección?
-La dirección funciona con Jaguit Schnitman en primaria y Julieta Gaalant en jardín. Nosotros nos juntamos una vez por semana a ver las necesidades, ver dónde puedo participar. Una vez por mes paso por todas las salas de jardín, los viernes para el Shabat, y el año que viene algo nuevo que vamos a hacer es que vamos a incorporar Talmud Torá en la escuela. Ahora es fuera del horario escolar, los viernes de 17.30 hasta las 19.15 antes de que empiece el templo. Pero los chicos llegan a las 8 de la mañana a la escuela y se van del Kabalat Shabat 21.30. Y me parece un exceso para un chico. Por eso Talmud Torá se va a incorporar en el horario escolar.
-Es decir que la escuela incorpora Talmud Torá en la currícula, pero por otro lado también adopta el inglés como una cuestión importante en la educación.
-Lo interesante del inglés es que la coordinadora viene del área comunitaria y fue coordinadora de Talmud Torá. Entonces vamos a empezar a incorporar que el inglés tenga el condimento también judaico.
-Yo trabajé en prensa en la AMIA muchos años. Una vez un presidente, Abraham Kaul, nos dice “vamos al Bialik de Devoto”. Fuimos en Iamim Noraim y lo invitaron a hablar. Nunca me voy a olvidar sus palabras: “qué fácil ser judío en Villa Crespo, y qué difícil ser judío en Devoto”. Y sin embargo, el templo estaba lleno de gente. ¿Qué te genera este comentario?
-La cantidad de judíos que hay en Devoto y sus alrededores es muy mucho menor a la que hay en Belgrano, Palermo, Villa Crespo u Once. Está claro.
Si era un mérito hace 20 años tener una sinagoga llena en Devoto, hoy en día es más mérito todavía, porque ahora viven mucho menos judíos en Devoto. Pero estos desafíos personalmente son los que me impulsan aún más a querer superarlos. La realidad es que me interesa que está la posibilidad para todos los que vienen en los alrededores y para los que viven más lejos también, de poder ir a una escuela judía liberal, donde los chicos y las familias sean escuchadas, sean vistas, donde puedan vivir el judaísmo de la manera que tengan ganas de hacerlo.
-¿Se puede ser optimista? Devoto está creciendo ediliciamente, ahora se va a inaugurar Urquiza. Tal vez la gente ha dejado de pensar en que puede llevar un chico a un Shule.
-No hay ningún chico ni chica que haya dejado de estar en Bialik por un tema económico, si realmente lo necesita. Después se puede elegir “quiero usar la plata para la casa del country y no para la escuela”. Pero la persona que lo necesita lo va a tener. La función rabínica de juntar plata para que los chicos estudien es esencial, porque si yo no tengo chicos para educar, ¿qué hago? Y tenemos una comisión directiva que acompaña. Ex alumnos que han sido ayudados hoy en día ayudan en la escuela. Entendemos que tiene que ser esa rueda. A veces uno necesitará ser ayudado. Ojalá para que el día de mañana pueda también ayudar.
N quería dejar de comentar y nombrar el lindo equipo que tenemos en el templo, con Cari, Claudio, Pipa, Mari, las morot de Talmud Torá. En el templo nos divertimos mucho, y eso creo que se ve reflejado.
-Medio en silencio han retomado una de las perlas de la institución, que era la colonia, que se hacía muchos años y que no se estaba llevando a cabo. No se anunció, pero sí se llevó a cabo, ¿cómo fue la experiencia?
-La verdad que superó las expectativas que teníamos en cantidad de chicos. Más del 60 por ciento de los chicos del jardín se anotaron en la colonia. Cuatro o cinco familias nuevas se acercaron también a la colonia, con posibilidad de conocer la escuela. Estuvimos tan desbordados de chicos que no teníamos tantas morot y madrijot contratadas para que trabajen. Es para los chicos de jardín, desde los 10 meses a primer grado. Entonces, por ese desborde, me tocó los primeros cuatro días estar en sala de dos, donde me divertí mucho. Tenemos piletas chiquititas, tenemos guardavidas también, porque pensamos en la seguridad de los chicos, con combinación de morot y madrijim. Puedo ser tanto medio día como día completo.
-¿Por qué se activó nuevamente?
-Se activó porque se entendía que había una necesidad. La directora de jardín tiene muy en claro lo que hace falta y entonces ya hace muchos años viene diciendo que se haga. Lamentablemente la pandemia y algunos problemas económicos hizo que no se haga. Hoy en día cambió esa política. Y no solo no perdimos con la colonia, sino que va a quedar un resto. Ya está instalado por suerte y lo que nos falta ahora es en invierno generar también la idea.
Con la colonia, ningún papá tuvo que modificar su rutina, pudo ir a trabajar. Esto va a continuar hasta fin de enero. El 12 de enero a la colonia vino un grupo circense para chicos muy bueno. Todos los viernes tenemos algo especial: un inflable, un mago, una maquilladora.