El director ejecutivo de AMIA, Daniel Pomerantz, participó la semana pasada, en Roma, del “8° Foro de Directores Ejecutivos de las Comunidades Judías”, que fue organizado por el Congreso Judío Mundial (WJC, por sus siglas en inglés).
El encuentro se desarrolló del lunes 21 al martes 22 de noviembre, jornadas en las que se llevó adelante una intensa agenda de sesiones, conferencias y espacios de trabajo, en los que se abordaron, principalmente, las complejidades de la actual situación mundial, tras los atentados terroristas perpetrados en Israel por el grupo terrorista Hamas.
La presencia de AMIA en el foro se dio en el marco del permanente trabajo que se realiza junto con el Congreso Judío Latinoamericano. Representando a la Argentina, también participó Víctor Garelik, director ejecutivo de DAIA.
El encuentro contó con la presencia del presidente de la WJC, Ronald S. Lauder, quien subrayó la importancia de los debates y la necesidad de acciones de apoyo entre las comunidades judías de todo el mundo.
Una de las sesiones más conmovedoras del encuentro llevó por nombre «Diferentes perspectivas: Reacción de gobiernos y sociedades ante la guerra entre Hamás e Israel». La actividad ofició como una amplia “plataforma para que los líderes comunitarios compartieran sus perspectivas y experiencias únicas, destacando las diversas repercusiones del conflicto en las comunidades judías de todo el mundo”, señalaron los organizadores.
«Construir puentes para el futuro», «Apoyar a las comunidades a través de la diplomacia» y «Contrarrestar el creciente antisemitismo» fueron otras de las sesiones que formaron parte de la agenda, y fueron fundamentales para abordar las preocupaciones inmediatas derivadas del conflicto, y explorar estrategias para fortalecer las comunidades judías en la diáspora.
Por su parte, los debates sobre el papel de las redes sociales en situaciones de crisis, especialmente tras el atentado del 7 de octubre, arrojaron luz sobre los desafíos que plantea la lucha contra la desinformación.
El foro también incluyó un espacio de capacitación centrado en soluciones prácticas para apoyar y fortalecer a las comunidades de base.
Las visitas a la Gran Sinagoga de Roma y al Museo Judío fueron otras de las actividades que compartieron los directores ejecutivos, con el fin de tener presente “la perdurable fuerza y resistencia del pueblo judío”.