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La familia de Max Berliner donó su acervo cultural a la AMIA

Por Iton Gadol
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Itongadol.- “No podemos contar la historia de la comunidad judía en Argentina sin contar la historia de Max Berliner”, expresaron las autoridades de la AMIA luego de recibir la donación del acervo cultural del querido actor.

El material consta de 72 cajas con documentos de todo tipo: cartas, fotos, recortes de diario, entradas de teatro, guiones, papeles relacionados con su carrera y cientos de obras de teatro escritas a mano en idish, las cuales fueron durante décadas interpretadas por generaciones de niños en las escuelas Scholem Aleijem, I.L. Peretz y Medinath Israel (Bet Am).

El acervo formará parte del Centro Marc Turkow de la AMIA, encargado de preservar y difundir documentación sobre la historia del judaísmo en la Argentina.

En el encuentro para formalizar la donación participaron los hijos de Max, Daniel y Ariel Berliner; el presidente de la AMIA, Amos Linetzky; el secretario general de la institución, Gabriel Gorenstein; y el director de arte y producción de la AMIA, Elio Kapszuk.

Durante la reunión, el director de ItonGadol, Daniel Berliner, manifestó: “Quiero agradecer. Que el acervo cultural de papá quede en esta casa es muy importante. Recuerdo que cuando por primera vez ganó el BUR, papá me llamó por teléfono y me dijo ‘hay que hacer una manifestación en la puerta a la AMIA, hay que echarlos’. Imaginen a un socialista de la época… Después con el tiempo, papá no se ha cansado de ponderar la gestión. ¿Por qué cuento esto? Porque la última gran despedida de papá fue en la histórica cena anual de la AMIA, con sus 99 años, poco antes de morir, donde recibió su último gran aplauso de homenaje”.

Daniel Berliner también agradeció a la AMIA por el lugar que le otorgó a Max en el cementerio de Tablada, en el panteón de artistas, donde está enterrado junto a su esposa, la artista plástica Rachel Lebenas, rodeados de personalidades culturales e intelectuales históricos de la comunidad judía.

En el viejo edificio de la AMIA, donde funcionaba el Teatro Popular Judío, se ve en el centro a Moshe Korin y a Max Berliner. Esta foto forma parte del archivo donado a la AMIA.

“Papá, en este periodo de la AMIA, lo que hizo fue recibir mucho amor. Él estaría muy feliz de que todo lo que trascendió en su vida quede en la AMIA. Realmente nos llena de orgullo. Queremos agradecer a Elio y Amos, que han tenido el reflejo de que esto ocurra, y a esta Comisión Directiva, porque estamos guardando un corte de la historia de la Kehilá”, concluyó Daniel.

Por su parte, Ariel Berliner destacó: “Es un acervo familiar lo que van a resguardar acá. Porque no es solo mi papá, sino la historia de mis abuelos cuando llegaron a la Argentina. Mi papá hizo su primer recital a los cinco años. A los 13 años, en lugar de hacer su bar mitzvá, su padre alquiló un teatro para que mi papá recitara. Su bar mitzvá lo terminó haciendo a los 90 años junto al Rabino Tzvi Grunblatt”.

Asimismo, Amos Linetzky expresó: “Para nosotros que la AMIA sea un canal de resguardo de un acervo patrimonial cultural como este es genial. El objetivo de esta gestión es fomentar que la AMIA es todos. Queremos que todos se sientan cómodos, al margen de como cada uno piensa. Por ejemplo, hace unos días estuvimos en el cementerio en evento conmemorativo de la Semana Trágica, que fue un golpe a judíos anarquistas. Fue un orgullo para nosotros que podamos estar todos juntos”.

En ese sentido Daniel consideró que “vale doble el hecho de que esta comisión, con un presidente joven, rescate parte de la cultura judía, que tal vez no es contemporánea a su vida”.

El presidente de la AMIA, Amos Linetzky, recibió la donación

Y añadió: “El día que alguien quiera buscar la época de oro de grandes actores de idish, la AMIA va a ser un aporte importante, porque hay fotos, hay materiales, hay testimonios, así que bienvenido al laburo que se haga”.

Finalmente, Elio Kapszuk subrayó que “el Centro Marc Turkow se convirtió en el faro de todas las investigaciones nacionales e internacionales sobre judaísmo latinoamericano”.

“Nos enfocamos en que el Centro sea una herramienta, un contenido de producción para divulgar la historia de este encuentro entre los judíos argentinos.

Paenza es un divulgador de las matemáticas, acerca algo que está lejos. La gran pregunta es cómo hacemos para que toda esa gran experiencia, que es el centro Marc Turkow, se convierte en algo más cercano a la gente. Y eso es la divulgación, la socialización. Hoy uno de los problemas que hay en la AMIA es que no tiene espacio. Hay tensiones entre los departamentos que necesitan guardar cosas porque no hay más lugar. Pero Amos (Linetzk) me dijo ‘esto sí o sí hay que aceptarlo’. Hubo una decisión institucional de ‘sí o sí’”, remarcó.

“Para nosotros este acervo tiene que ver 100 por ciento con la misión del Centro. Nosotros no podemos contar la historia de la comunidad judía en Argentina sin contar la historia de Max Berliner. Nosotros estamos generando cajas, donde los que quieren estudiar pueden entrar por periodos, pero también por personalidades”, comentó.

“El teatro en idish fue el fundador de Hollywood. Antes de estrenar en Nueva York el idish, se estrenaba en Buenos Aires. Por eso vamos a buscar cruces, ver con quién se escribía, porque puede haber escritores que se transformaron en grandes de la época”, agregó Elio Kapszuk sobre la importancia del material recibido.

Max Berliner falleció el 26 de agosto de 2019 a los 99 años en la ciudad de Buenos Aires. El gran actor y defensor de la cultura ídish nació el 23 de octubre de 1919 en Varsovia y llegó a la Argentina en 1922, cuando sus padres decidieron emigrar.

Berliner participó en más de 40 películas, entre ellas “Los gauchos judíos”, “Y mañana serán hombres”, “La Patagonia rebelde”, “Plata dulce”, “Las barras bravas”, “Un amor en Moisés Ville”, “Seres queridos” y la conmemorativa del atentado a la AMIA “18-J”.

Max Berliner junto a su mujer, la artista plástica Rachel Lebenas

En televisión, Max participó en más de una decena de series de los más diversos géneros y que fueron éxitos en la pantalla chica. “Otra vez Drácula”, “El pulpo negro”, “Amigos son los amigos”, “Como pan caliente”, “Chiquititas”, “Tumberos”, “Disputas”, “Doble vida”, “Casados con hijos”, “Hermanos y detectives”, “Botineras”, “Malparida” y “Graduados”, fueron algunas de las tiras televisivas que lo tuvo en el elenco.

Max fue durante 60 años lerer (maestro, en idish) en las escuelas Scholem Aleijem, I.L. Peretz y Medinath Israel (Bet Am), cuna de alumnos que lo recuerdan por las representaciones en las que participaron. Incluso, el salón de actos de la escuela Scholem Aleijem lleva su nombre.

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