Itongadol.- A 27 años del atentado a la AMIA, 230 líderes de los Movimientos Juveniles conmemoraron a las 85 víctimas del ataque terrorista plantando un árbol en Jerusalem.
La dirección educativa del Majon de Madrijim, organizadores del acto, se manifestaron “orgullosos de conmemorar el 27 aniversario del tremendo atentado perpetrado en AMIA en Buenos Aires en 1994 junto a nuestros 230 janijot y janijim del mundo entero. Porque un pueblo sin memoria no tiene futuro y un mundo sin justicia no tiene presente”.
Por su parte, Sergio Edelstein, que encabeza el Comité de Directivos del Majon de Madrijim y es titular del Departamento de Noar Jalutz y Dor emshej en la Organización Sionista Mundial (OSM), expresó: «Los Movimientos Juveniles Sionistas, junto a la Agencia judía, y el Keren Kayemet de Israel, llevan juntos adelante con responsabilidad y dedicación, el desafío de educar a miles de futuros líderes en base a valores que se desprenden del legado judío, como solidaridad, tolerancia, santidad de la vida humana. Valores que los participantes enarbolan en este tan importante y significativo acto, en busca de justicia».
Asimismo, Yaakov Hagoel, presidente de la OSM y de la Agencia Judía, destacó: “Este acto de solidaridad en recuerdo de las víctimas del atentado a la AMIA es otro eslabón en el largo puente entre los judíos en la diáspora y los judíos del Estado de Israel».
En el emotivo acto se decidió plantar un árbol de cerezas en memoria a las víctimas.
“La flor del cerezo es delicada y con el viento enseguida se cae. Así, se puede disfrutar de su belleza y al caer en su plenitud, no da tiempo a verla marchitar. Esto nos muestra el carácter efímero de la vida. La vida nos da tantas cosas buenas, tantas alegrías, tantos buenos momentos y así mismo, nos lo puede sacar; de un momento a otro, todo puede cambiar. Por eso es tan importante, disfrutar cada segundo con una gran sonrisa en nuestros rostros”, explicaron durante el evento.

Janijot y janijim del Movimiento Israel Hatzeirá
“Por otro lado, para la cultura budista, la flor de cerezo representa el renacimiento propio de la primavera y se lo asocia con un período de transformación para la vida. Hoy, 9 de Av, fecha tan importante dentro de la historia del pueblo judío, plantamos este árbol de cerezo que renacerá año tras año en primavera. Así como el pueblo judío, a lo largo de la historia, logró renacer tras cada catástrofe que le tocó vivir, transitar cada etapa y transformarse desde la destrucción hacia la vida, así elegimos hoy recordar a las víctimas en el vigésimo séptimo aniversario del atentado a la AMIA”, concluyeron.