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Director de Naalé: “Queremos que las familias sepan que pueden hacer aliá con programas y becas”

Por Nadia Vallory
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Itongadol.- El director de Naalé, Chaim Meyers (foto), visitó la Argentina y conversó con Itongadol.

– Soy el responsable de toda nuestra actividad en el mundo occidental y vine a visitar para reactivar el programa Naalé desde la Argentina. Queremos ver cómo lograr de nuevo que familias del país sepan que tienen la posibilidad de hacer aliá, con diferentes programas y becas para alumnos del secundario.

– ¿Qué es Naalé?
– Es un programa que les permite a adolescentes judíos de todo el mundo realizar sus estudios en Israel. Pueden ir por tres o cuatro años y concluir con el título del bachillerato israelí. Todo el programa incluye una beca completa: estudios, vuelo a Israel, seguro médico, costos del internado… Tenemos 2.000 chicos que estudian en 27 colegios del país. Hay todo tipo de escuelas: para hispanoparlantes, en francés, en ruso, en inglés y para familias laicas, religiosas, masortiot (conservadoras) e incluso de Jabad (Lubavitch). La idea es que cada una pueda encontrar la institución que le conviene. El programa empezó en el ’92 y hasta hoy estudiaron en el marco del mismo unos 17 mil alumnos.

– ¿Y qué pasó con Naalé Israel?
– Estoy hace 14 años y todo el tiempo mejoramos. Un ejemplo es el programa conjunto con el (Instituto Tecnológico) Technion, para alumnos que son muy buenos en matemáticas y física y quieren ser ingenieros. Estudian cuatro años del secundario en Israel y adicionalmente tienen un profesor del Technion, que les enseña un programa especial en robótica y cuando terminan, hacen la licenciatura en Ingeniería. En esos ocho años reciben beca completa. Hay programas similares para quien quiera estudiar Biología, Química y Medicina, aunque éste está destinado a rusoparlantes. Antes se pensaba que todos tenían que ir al kibutz y muchos de nuestros programas eran allí, también los de estudiantes de América del Sur. En los últimos años trabajamos con colegios que se llaman Kfarei Hanoar, que son internados dentro de complejos que están en o al lado de ciudades, y los chicos del programa Naalé estudian junto con alumnos israelíes.

– ¿Cómo es la historia del programa en la Argentina?
– Los primeros grupos de alumnos de la Argentina llegaron en 2000. Fue el primer país fuera de la ex Unión Soviética. Al principio fueron muchos; luego, con los años, bajaron… Por eso estamos acá. Pensamos que si de Brasil nos llegan entre 25 y 30 alumnos por año, no hay razón para que no venga un número similar de este país. Queremos que se conozca la posibilidad por todo tipo de razones: hay familias que quieren hacer aliá y tienen hijos en edad del secundario; si lo hacen cuando tenga 17 años, será muy difícil insertarse en uno…

– ¿En qué lugares estudian?
– Tenemos un colegio que no es religioso y se especializa en alumnos hispanoparlantes y que hablan portugués. Se llama WIZO Hadassim, está cerca de Netanya y recibió un premio al mejor internado del país por su muy buen nivel educativo. Allí empiezan kitá iud (sería tercer año) y hablan en español. Tenemos una ieshivá para varones, que se llama Shalavim, en la zona de Modiín. Ahí van alumnos de todas partes del mundo. Es muy interesante. Para las mujeres tenemos Ulpanat Amana, cerca de Kfar Saba. Lo mismo: hay chicas de todo el mundo. Tenemos una escuela de Jabad para chicas, en Tzfat, y dos colegios para alumnos de kitá tet (sería segundo año), uno es Kfar Naor Silver, también con alumnos de todo el mundo . Tenemos un programa para alumnos destacados en el Norte, en Afula, y deben pasar otras pruebas, además de las del programa Naalé, para ver que tienen el nivel de matemáticas requerido.

– ¿Qué recibe el joven cuando ingresa a Naalé?
– Cuando llegan al aeropuerto los reciben del colegio y los llevan. Ahí son divididos por grupos, donde cada uno tiene un equipo de madrijim que son responsables de los mismos. Van a un edificio donde viven, y cada tres o cuatro tienen su cuarto, con baño y ducha. En el campus hay salón de comidas y canchas de deportes. Reciben el desayuno, estudian, almuerzan, luego tienen todo tipo de actividades y tiempo para estudiar y hacer las tareas, con ayuda escolar para quien la necesite, y a la noche pueden asistir a artes, capoeira, yoga, música, etc. Así es el día de los alumnos. Los fines de semana pueden pasarlos con familiares y quien no los tenga puede recibir una familia israelí adoptiva. Durante el año salen de excursiones para que conozcan el país y al finalizar el programa hayan estado en Eilat, Mitzpé Ramón, el Golán… Tienen asistentes sociales. Enviamos un psicólogo para que hable con el equipo educativo y los alumnos y un madrij educativo cada dos semanas, para chequear que reciban todo lo que deben.

– ¿Qué pasa después?
– Los padres nos cuentan que después del programa ven que sus hijos crecieron: son más independientes y se ocupan de sus cosas, como lavarse la ropa. Por ahí, antes llegaba a la casa y tiraba la ropa, y ahora es más ordenado… Saben arreglarse con el transporte público y administrar el dinero. Valoran más las cosas, como la comida de la casa. Algunos padres piensan que cuando su hijo va a viajar a la otra punta del mundo, va a desaparecer, pero ocurre todo lo contrario: muchos nos cuentan que la relación se fortalece y los chicos quieren contarles todo…

– ¿Cómo puede llegar alguien al programa?
– Primero que todo tenemos un sitio en Internet en español, con mucha información y datos sobre los colegios. También está Gaby (Neuberger Gitelman), quien es la responsable para la Argentina y está para ayudar y explicar sobre el programa. Trabaja con nosotros hace muchos años… Quien quiera registrarse online, tiene que dejar sus datos a través de nuestra página. Luego hacemos una selección porque queremos que los alumnos que lleguen, triunfen. Chequeamos sus habilidades sociales, sus capacidades académicas y que sean lo suficientemente independientes como para afrontar el viaje. En la Argentina lo haremos en julio y en diciembre el grupo estará viajando y empezarán los estudios.

– ¿Cuál es su mensaje para la comunidad judía de Sudamérica?
– Naalé es un programa grandioso, el mejor para integrarse y conectar a los alumnos con Israel y el pueblo judío. No es para todos, sino para quienes quieran aprender hebreo, conocer el país y luego estudiar en una universidad, y para familias que quieren hacer aliá más adelante. Conocer y vivir Israel en serio es una experiencia muy especial. Los alumnos que vienen dicen que es lo mejor que les pasó en la vida…

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