Itongadol.- La Comunidad Judía de Chile (CJC) publicó una declaración pública en la que criticó la decisión del gobierno liderado por Boric de sumarse a la demanda contra Israel presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Boric informó este sábado que ‘‘Chile se hará parte y respaldará el caso que presentó Sudáfrica contra Israel ante la CIJ de la Haya, en el marco de la Convención sobre Genocidio de la ONU’’.
‘‘He mandatado a los equipos de Cancillería que preparen un escrito con nuestros argumentos’’, añadió.
En respuesta, la CJC aseguró que se trata de ‘‘un grave error desde el punto de vista jurídico y de política exterior que no solo polariza, sino que también ignora las verdaderas necesidades y deseos del pueblo chileno’’.
En sus declaraciones en el Salón de Honor del Congreso en Valparaíso, Boric remarcó que ‘‘no hay lugar a empates’’ y que no acepta ‘‘elegir entre barbarie. Condenamos, sin lugar a dudas, los ataques terroristas de Hamas y exigimos la liberación de los rehenes actualmente en su poder”.
Las palabras del presidente chileno desencadenaron la reacción del embajador israelí en Santiago, Gil Artzyeli, quien expresó en X (antes Twitter): ‘‘Derechos Humanos sí, menos a los judíos’’.
“La Cámara de Diputados de Chile rechazó un proyecto de resolución que buscaba condenar el ataque de Hamas a Israel, cometido el 7 de octubre. La iniciativa contó con el voto a favor de 46 parlamentarios, pero tuvo 34 en contra, del FA y PC, y 15 abstenciones, y al no conseguir el quórum requerido fue rechazado”, agregó el embajador.
Además, Artzyeli afirmó que el ataque del 7 octubre fue “la peor masacre sufrida por el pueblo judío después del Holocausto” y cuestionó que “nos siguen atacando por defendernos para evitar una masacre más”.
Comunicado completo de la CJC:
‘‘Como Comunidad Judía de Chile expresamos nuestro repudio ante la reciente decisión del gobierno chileno de sumarse a la demanda presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra Israel. Esta acusación, es un grave error desde el punto de vista jurídico y de política exterior que no solo polariza, sino que también ignora las verdaderas necesidades y deseos del pueblo chileno.
Como judíos chilenos, nos sentimos profundamente afectados por decisiones que parecen priorizar intereses ideológicos sobre el bienestar de todos los ciudadanos. Estas decisiones no solo distorsionan la realidad y alimentan la polarización, sino que también han contribuido al preocupante aumento del antisemitismo en nuestro país. Los discursos y acciones que demonizan a Israel son injustos, fomentan el odio y la discriminación, poniendo en peligro la seguridad y la integridad de nuestra comunidad. El incremento de incidentes antisemitas, desde vandalismo hasta agresiones verbales y físicas, es una clara señal de que estas políticas están teniendo un impacto negativo en la convivencia y la cohesión social en Chile.
Nos preocupa que el presidente no se haya manifestado contra el antisemitismo ni haya condenado los actos de agresión y discriminación que se han dado en nuestro país. Es el único mandatario en la historia de Chile que jamás se ha reunido con la comunidad judía.
El Presidente Gabriel Boric, quien frecuentemente habla de paz, ha importado el conflicto del Medio Oriente a Chile desde el inicio de su mandato. Esta intervención activa en un conflicto externo, utilizando recursos fiscales, se percibe claramente como una acción que prioriza sus propios intereses personales sobre los de la nación, mostrando un claro sesgo frente al tema y no representando en absoluto los intereses de la ciudadanía.
Resulta extraño que el presidente quien dice escandalizarse por la situación de Nicaragua, Venezuela o Ucrania, mantenga una actitud absolutamente contemplativa hacia esos países, a diferencia de cuando se trata de Israel.
Gabriel Boric ha decidido ignorar deliberadamente las necesidades y deseos de su población al anteponer sus propios intereses por encima de las relaciones diplomáticas históricas. Esta postura ha llevado a un intento deliberado de poner fin a décadas de cooperación fructífera entre Chile e Israel. En lugar de valorar los beneficios mutuos obtenidos en áreas cruciales como la tecnología, la salud y la seguridad, ha preferido seguir una agenda personal que amenaza con deshacer años de colaboración y progreso. Chile desea vivir en paz y prosperar.
Como Comunidad Judía de Chile, emplazamos al Presidente a enfocar sus esfuerzos y recursos públicos en mejorar el bienestar de todos los chilenos y respecto al conflicto de Medio Oriente bogar por el diálogo y la paz para toda la región’’.
La demanda de Sudáfrica
En enero, Sudáfrica acusó al Estado judío de cometer un genocidio contra los palestinos de la Franja de Gaza, exigiendo el cese inmediato de la campaña militar de Israel, iniciada tras a la masacre de Hamás del 7 de octubre.
A mediados de mayo, el fiscal jefe de la CIJ, Karim Khan, solicitó órdenes de arresto a los jueces del tribunal para el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y los líderes del grupo terrorista Hamás: Yahya Sinwar, Mohammad Deif e Ismail Haniyeh.
Tras conocerse la solicitud de Khan, el Gobierno de Chile remarcó que ‘‘dichas órdenes de detención se basan en una eventual responsabilidad en la comisión de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, cometidos en los territorios del Estado de Palestina y del Estado de Israel, desde el 7 de octubre de 2023’’.
‘‘El Gobierno de Chile recuerda que, en enero de 2024, remitió la situación de Palestina ante la CPI para la investigación de los crímenes cometidos tanto en Palestina como en Israel, por nacionales de ambos Estados’’, concluyó el Ministerio de Relaciones Exteriores trasandino.