Itongadol/AJN.- Investigadores de la Universidad de Tel Aviv descubrieron luego de un exhaustivo estudio sobre más de 8000 aves que la masa corporal de algunas especies disminuyó, mientras que en otras la longitud del cuerpo aumentó, en ambos casos incrementando la relación entre superficie y volumen. Los investigadores sostienen que se trata de estrategias para facilitar la pérdida de calor en el medio ambiente y aseguraron que ‘‘las aves cambiaron en respuesta al cambio climático. Sin embargo, esta solución puede no ser del todo adecuada, sobre todo si las temperaturas siguen aumentando».
El estudio fue dirigido por el profesor Shai Meiri y el estudiante de doctorado Shahar Dubiner, de la Escuela de Zoología de la Facultad de Ciencias de la Vida Wise y el Museo Steinhardt de Historia Natural de la Universidad de Tel Aviv. El trabajo se publicó en la revista científica Global Ecology and Biogeography.
El profesor Meiri explica que, según la regla de Bergmann, formulada en el siglo XIX, los miembros de las especies de aves y mamíferos que viven en un clima frío tienden a ser más grandes que los miembros de la misma especie que viven en un clima más cálido. Esto se debe a que la relación entre superficie y volumen es mayor en los animales más pequeños, lo que permite una mayor pérdida de calor (una ventaja en las regiones cálidas), y menor en los cuerpos más grandes, lo que minimiza la pérdida de calor (una ventaja en los climas más fríos). Basándose en esta regla, los científicos creen que el calentamiento global provocará una reducción del tamaño de los animales, con una posible excepción: las aves que viven en el entorno humano (como las palomas) podrían ganar tamaño debido a la mayor disponibilidad de alimentos.
Los investigadores examinaron unos 8.000 ejemplares adultos de 106 especies diferentes, incluidas las aves migratorias que pasan anualmente por Israel, las aves silvestres residentes y las aves comensales, que viven cerca de los humanos. Construyeron un complejo modelo estadístico compuesto por varios parámetros para evaluar los cambios morfológicos -en la masa corporal, la longitud del cuerpo y la longitud de las alas de las aves- durante el periodo correspondiente.
El profesor Shai Meiri y el estudiante de doctorado Shahar Dubiner, de la Escuela de Zoología de la Facultad de Ciencias de la Vida Wise y el Museo Steinhardt de Historia Natural de la Universidad de Tel Aviv.
Estos resultados se observaron en todo el país, independientemente de la alimentación, y en todo tipo de especies: aves residentes; especies comensales que viven en el entorno humano -que, en contra de las predicciones, mostraron cambios similares a los de otras aves- y migrantes. Sin embargo, se identificó una diferencia entre las dos estrategias: los cambios en la longitud del cuerpo tendían a producirse más en los migrantes, mientras que los cambios en la masa corporal eran más típicos de las aves no migratorias. El hecho de que tales cambios se encontraran en aves migratorias procedentes de Asia, Europa y África, sugiere que estamos asistiendo a un fenómeno global. El estudio también reveló que el impacto del cambio climático en el tiempo sobre la morfología de las aves es diez veces mayor que el impacto de diferencias similares de temperatura entre zonas geográficas.