AJN/Itongadol.- El memorial de la Shoá en Israel Yad Vashem ha calificado el actual juicio contra dos historiadores en Polonia como un ataque a la investigación libre y abierta y dijo que tal presión legal es «inaceptable».
Barbara Engelking, fundadora y directora del Centro Polaco de Investigación de la Shoá, y Jan Grabowski, historiador polaco-canadiense de la Universidad de Ottawa, fueron demandados por difamación el año pasado en un tribunal civil en virtud de una ley polaca aprobada en 1998 y enmendada en 2018 permitiendo demandas civiles contra cualquiera que afirme que la nación polaca o la República de Polonia fueron responsables de las atrocidades cometidas por los nazis.
La última audiencia judicial fue el 12 de enero y se espera un fallo el 9 de febrero.
La demanda alega que Engelking y Grabowski difamaron al alcalde de una aldea en el este de Polonia cuando incluyeron en su libro el testimonio de una mujer judía que lo acusó de traicionar ante los nazis a 22 judíos que se escondían en los bosques cerca de la aldea del alcalde.
“Los procedimientos legales contra los académicos debido a su investigación son incompatibles con las normas de investigación académica aceptadas y equivalen a un ataque al esfuerzo por lograr una imagen completa y equilibrada de la historia y a la veracidad y confiabilidad de sus fuentes históricas subyacentes.»
En declaraciones a The Jerusalem Post, el historiador principal del Instituto de Investigación Yad Vashem, David Silberklang, dijo que el gobierno actual estaba adelantando la demanda y que se espera que se presenten demandas similares contra otros historiadores de la Shoá.
Paralelamente hubo un enfrentamiento sobre el liderazgo del Museo de Historia Judía de Varsovia, luego de que el ex director de la institución, Dariusz Stola, ganara un concurso para cumplir un segundo mandato de cinco años. El ministro de Cultura, Piotr Glinski, se negó a restituir el cargo de Stola, argumentando que el dirigente tenía prejuicios políticos contra el gobierno de derecha de Polonia.
En respuesta, la ciudad de Varsovia y la Asociación del Instituto Histórico Judío de Polonia exigieron que el gobierno vuelva a nombrar a Stola.
«Ya no podemos aceptar la situación en la que una de las instituciones culturales más importantes de Polonia permanece en un estado de limbo», dijeron en un comunicado conjunto el alcalde de Varsovia y al presidente de la junta de la asociación histórica judía.
Una portavoz del Ministerio de Cultura respondió que la situación en el museo «es estable y no genera preocupación» bajo el director en funciones, Zygmunt Stepinski. Según los estatutos del museo, un director en funciones solo puede servir durante un año, y el mandato de Stépinsk terminó a fines de febrero.
En su declaración, el alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, y Piotr Wislicki, presidente de la junta de la asociación histórica judía, dijeron que el funcionamiento del museo se veía amenazado y que los socios internacionales «no comprenden este punto muerto».
También dijeron que el ministro de Cultura, Piotr Glinski, no estaba cumpliendo con el acuerdo para honrar a quien ganó el concurso, diciendo que las reglas y los miembros del jurado fueron seleccionados y acordados con el gobierno.
Pero la portavoz del ministerio, Anna Pawlowska-Pojawa, insistió en un comunicado emitido por la agencia de noticias estatal polaca que la decisión final pertenece al ministro de cultura. Ella aseguró que el funcionamiento del museo «no está en peligro de ninguna manera, y tampoco se puede hablar de una crisis».
Inaugurado en 2013, el museo presenta la historia de casi 1000 años de la vida judía en Polonia y la Shoá.