Itongadol/AJN.- (Por Roxana Levinson, desde Israel. Especial para AJN). El legislador israelí de origen argentino, Manuel Trajtenberg, estuvo presente en el homenaje del Parlamento de Israel al primer ministro Ytzjak Rabin. Al término de la ceremonia, Trajtenberg conversó con la Agencia Judía de Noticias (AJN), sobre Rabin; el pasado, el presente; las relaciones entre Israel y Argentina y al reciente acto eleccionario en la Argentina.
-El primer ministro Ytzjak Rabin tenía una personalidad polifacética, y cada uno lo recuerda a su modo. ¿Cómo lo recuerda Usted?
-Esa combinación increíble de ser soldado de la guerra y soldado de la paz. Yo creo que no hay otro ejemplo tan extraordinario de alguien que combinó los dos elementos tan fundamentales: luchar en la guerra – como máximo comandante en la Guerra de los Seis Días y toda su carrera militar – y también fue al mismo tiempo el general que comandó el ejército de la paz.
-Si Rabin no hubiera sido asesinado, ¿los Acuerdos de Oslo seguirían vivos o habrían fracasado?
-Los Acuerdos de Oslo siguen vivos hoy en día, también después del asesinato de Rabin. El proceso no ha avanzado, pero no retrocedió. Y eso es lo que hay que entender, que él sí logró cambiar la realidad. Existe la Autoridad Palestina, existen las zonas E, B y C, existe un aparato semi-gubernamental de los palestinos, hay acuerdos económicos y mucho más. No es cierto que después del asesinato de Rabin, Oslo desapareció. Entonces la pregunta es, si el no hubiera sido asesinado ¿Estaríamos hoy en día viviendo en paz? Por supuesto que es muy difícil responder a eso. Lo que está claro a mi entender es que lo que hace falta – y Rabin lo tenía – es la visión de que un acuerdo con los palestinos es posible. Es difícil, va a llevar tiempo, los extremistas de acá y de allá todo el tiempo va a tratar de sabotear, pero la visión esa fundamental de que es posible indica que hay que hacer todo el esfuerzo necesario para lograrlo.
-En los pasillos de la Knesset hubo felicitaciones al discurso de Hertzog pero también críticas. Algunas personas decían que no era el momento ni el lugar para hacer política. ¿Cuál es su opinión al respecto?
-El discurso del primer ministro fue completamente político y cada cinco minutos, entre líneas, metía el nombre de Rabin. Porque él empuja una línea política muy clara. Y no cabe duda de que sus palabras fueron políticas. Entonces, el discurso de Hertzog no fue diferente. El que está en el gobierno puede ser siempre más moderado en la forma de expresarse porque él controla la situación y la oposición necesita decir las cosas en voz alta, a veces gritar, para que la escuchen. Los dos discursos fueron igualmente políticos.
-Cambiemos de tema, ¿Cómo se observan desde Israel las elecciones de Argentina?
Como alguien que conoce un poquito la Argentina – y lo digo en serio, después de tanto tiempo es sólo un poquito – puedo decir que lo que preocupa, cuando uno lo ve desde afuera es que la Argentina está trancada. Y está trancada con una línea peronista, pero con las cualidades menos positivas del peronismo. Y no está claro cómo se va a poder salir de eso. Yo no veo que estas elecciones puedan lograr que la situación se supere, que mejore. Y eso da mucha pena.
-¿Usted cree que si en una segunda vuelta cambia el gobierno, cambiará también la relación entre Israel y Argentina?
-Yo espero que sí, aunque gane el candidato del gobierno. Porque había un elemento no muy agradable en las relaciones, en las que se mezclaron temas como la investigación de los atentados, Irán, la muerte del fiscal. Acá había elementos casi personales y eso afectó la relación. Los otros candidatos no lo tienen como algo personal, y entonces no tendrían por qué ser malas las relaciones.
-¿Y el acercamiento de la Argentina al eje Venezuela-Bolivia, y por ende Irán, también eso podría cambiar?
-También en eso había un elemento personal. La presidenta Fernández de Kirchner se trató de perfilar y de crear una imagen. No es algo inherente al partido, a la ideología, y por ende no es algo que automáticamente tiene que seguir igual, y pasar de un presidente al siguiente.
-Desde el lado israelí, ¿Hay predisposición a retomar mejores relaciones con Argentina?
-No cabe duda. Es interés primordial de Israel mejorar las relaciones con Argentina. Las dos partes salen ganando, las dos partes tienen mucho que ofrecer. Puede ser muy positivo, en materia de tecnología, agricultura y un montón de campos. Hubo relaciones bilaterales mucho mejores en el pasado y se puede volver a eso.