En el inicio del quinto año de Intifada, los problemas de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) son en gran parte internos y dificultan la normalización institucional en Palestina tanto o más que la propia ocupación israelí, según un informe del centro de estudios International Crisis Group (ICG).
En concreto, este centro cita en su informe ‘¿Quién gobierna Cisjordania? La Administración palestina bajo la ocupación israelí’ las disputas por el poder, los enfrentamientos armados y las manifestaciones como algunas de las principales circunstancias que hacen pensar que los problemas de los palestinos con los israelíes son comparables a los que sufren a nivel interno los propios palestinos. En este entorno, el sistema político palestino se encuentra en un punto crítico, paralizado e incapaz de impulsar decisiones básicas relacionadas con los objetivos nacionales, como la forma de reaccionar ante el plan de retirada unilateral del primer ministro israelí, Ariel Sharon.
«La ANP se encuentra virtualmente en una continua crisis desde la escalada de septiembre de 2000, pero ahora se halla cerca de un punto de ruptura», indicó el director de estudios del ICG para Oriente Próximo y el norte de Africa, Robert Malley. «Se encuentra paralizada e incapaz de tomar decisiones básicas», añadió.
Entre los cambios necesarios para acabar con este deterioro, ICG asegura que los líderes palestinos deben contar con capacidad real para tomar decisiones y con legitimidad popular, lo que sólo se alcanzará con la celebración de elecciones locales, legislativas, presidenciales y en el seno de Al Fatá. Estos comicios son necesarios para poner fin a esta «fragmentación» y «quizás la única alternativa (para evitar) mayores conflictos domésticos».
La comunidad internacional, dice, también debe implicarse aún más en el asunto presionando a Israel para que no obstruya las elecciones palestinas, suministrando asistencia técnica y, lo que es más importante, creando las condiciones para que los palestinos cuenten con un «horizonte pragmático» para sus aspiraciones, en el que se vislumbre la creación de dos Estados en la región.
Fte E.Press