Itongadol/AJN.- Lo hizo anoche en un acto en el que estuvieron presentes la embajadora del Estado de Israel, Dorit Shavit; el embajador Federico Villegas Beltrán en representación del ministerio de Relaciones y Culto de la Nación. Hicieron uso de la palabra el presidente de la DAIA, Julio Schlosser y Benjamín Schwalb, padre de una desaparecida.
Itongadol.- La DAIA realizó al anochecer del 7 de abril un acto en homenaje a los integrantes de la colectividad judía que fueron desaparecidos durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983). Durante el mismo hicieron uso de la palabra el presidente de la institución, Julio Schlosser y Benjamín Schwalb, padre de una desaparecida.
Julio Schlosser, luego de agradecer a los asistentes su presencia, entre otros conceptos, afirmó: “Este no es un acto más de los que realizamos a diario en este, nuestro lugar de trabajo. Las circunstancias históricas que dieron lugar a las noche más negra que vivió nuestro país merecen, y deben ser recordadas en está, la representación política de la comunidad judía”.
“Esta DAIA tiene un compromiso con la verdad, un compromiso con la justicia y está abierta a todos aquellos que tengan algo que decir. Este reconocimiento a las víctimas judías del terrorismo de estado, en esta casa, en este piso es una asignatura pendiente”, dijo. “Ya en otros períodos en la secretaría de Derechos Humanos hubo actos que llevaron implícitos este reconocimiento, pero queríamos que sea acá, en la casa de la representación política de la comunidad judía, por qué más allá de aciertos y errores, que la historia deberá de alguna manera evaluar, de cualquier conducción de la DAIA, incluso la nuestra”, expresó.
“Los 2.000 judíos desaparecidos que murieron tiene que estar presente en la memoria de esta casa, de la misma manera que hacemos que todos los días estén presentes los seis millones de víctimas de la Shoá. Hoy somos el 0,5 por ciento de la población y el 7 por ciento de los desaparecidos eran judíos, si en lugar de eso hubiera sido el 0,2 por ciento de los desaparecidos también deberíamos estar acá y reconocer, porque no es un problema de números, es un problema de judíos que amén de ser perseguidos, y que todavía no sabemos cuál fue su destino final, sí sabemos que en los lugares de detención recibieron un tratamiento especial por el hecho de ser judíos, y esto no lo podemos olvidar”, enfatizó.
“Esta casa está abierta a todos ustedes, los familiares de los judíos desaparecidos en la época negra de la historia argentina tenemos una misión: justicia y memoria para nuestros muertos”, dijo.
Schlosser finalizó sus palabras pidiendo disculpas por haber demorado la realización del acto, aclarando que era una obligación moral que sentía toda la Comisión Directiva.
Por su parte, Benjamín Schwalb, que es integrante de la asociación “Familiares de desaparecidos judíos en la Argentina”, y padre de una hija desaparecida el 15 de mayo de 1978 junto a su esposo sostuvo: “Los judíos fueron, en gran proporción, víctimas de violación, tortura y asesinato, y hubo campos de exterminio que hacen recordar otra Shoá”. “Suprimieron nuestra posibilidad de duelo según la tradición humana, al no devolvernos sus cuerpos”, remarcó.
“Algunos familiares expresan su duelo, ya que no hay tumbas, colocando una flor en las placas donde están sus nombres en el Parque de la Memoria, parque que es visitado por alumnos de la red escolar judía, que organiza el Vaad Hajinuj”, contó. Asimismo expresó que se espera que sus hijos continúen la tarea que ellos realizan “porque la democracia no nos calla como hicieron los militares en otra época”.
Schvalb también afirmó: “Nosotros como padres desconocíamos al principio las actividades de nuestros hijos, pero con el paso del tiempo lo supimos. Chicos de clase alta y media componían un ejército desarmado de armas, pero armados con un criterio social y abarcador que no tuvieron temor. El temor que infundió la dictadura hasta hizo que familiares y amigos se alejen de uno como si tuviera lepra. Asumieron como justificativo el dicho famoso ‘por algo será’. Instituciones sociales y también de la comunidad judía no nos acompañaron en los primeros momentos, salvo los responsables del Seminario Rabínico Latinoamericano, encabezados por el rabino Marshall Meyer”.
También recordó que en el año 2003 el Estado de Israel los invito a inaugurar un sector de un bosque en Beit Shemesh con rocas escritas con los nombres de judíos desaparecidos y que en el 2004 la AMIA les brindó un espacio en la Plaza Seca donde ubicaron un bajo relieve con la presencia del entonces Presidente Néstor Kirshner y la senadora Cristina Fernández de Kirchner, entre otras personalidades; para luego manifestar: “La DAIA es una institución que lucha desde 1935 contra la discriminación y el antisemitismo, esperamos que en el futuro haya una idea fuerte y podamos participar en el ideario fundacional de esta institución” para finalmente agradecer a quienes los apoyan en su lucha por la verdad, memoria y justicia.
El acto fue conducido por Leonardo Feigin, directivo de la DAIA, y entre los presentes se contaban la embajadora del Estado de Israel, Dorit Shavit; el embajador Federico Villegas Beltrán en representación del ministerio de Relaciones y Culto de la Nación; el secretario de Cultos del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Abiani; el vicepresidente y el tesorero de la AMIA, Pablo Reisman y Ariel Cohen Sabban, respectivamente y el presidente de la OSA, Víctor Chama.