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Itongadol.- Como cierre de las actividades programadas en el marco de la conmemoración por el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, se realizó una mesa panel en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, Argentina, que se transformó en un interesante momento de reflexión e intercambio de posturas sobre los caminos que unen el Holocausto ocurrido en Alemania y la desaparición de personas en la Argentina durante la dictadura militar de 1976.
La coordinación estuvo a cargo del Vicerrector de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) Dr. Carlos López y participaron el Dr. Jorge Knoblovits en representación de las Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA); el Dr. Adrián Rivera Solari, Secretario del Juzgado Federal de Buenos Aires a cargo del juez Rafecas; la Dra. Ana Berenzin del Centro de Asistencia a Víctimas y Violaciones de Derechos Humanos “Dr. Fernando Ulloa”, y el Dr. Guillermo Rodríguez, en representación de la Embajada Mundial de Activistas por la Paz.
Esta actividad fue pensada como cierre de la Muestras “Huellas para no olvidar”, que desde el pasado 17 de marzo fueron visitadas por numerosos santiagueños y que contó con la organización de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE), junto a la Embajada Mundial de Activistas por la Paz.
La Rectora de la UNSE, Lic. Natividad Nassif acompañó este espacio de reflexión y diálogo, acompañada de la Secretaria de Extensión, Bióloga Nancy Giannuzzo; el Secretario Académico, Prof. Víctor Hugo Ledesma, demás representantes de numerosas áreas de la Universidad, estudiantes y miembros de agrupaciones de familiares víctimas del terrorismo de Estado.
Contó, además, con la adhesión de la Casa de Ana Frank, DAIA, Abuelas de Plaza de Mayo, el Instituto Espacio para la Memoria Santiago del Estero, la Secretaría de Derechos Humanos de Santiago del Estero y la Cátedra Libre de Derechos Humanos.
Reflexiones
El Vicerrector de la UNSE resaltó que el objetivo primero de este espacio es “educar para no olvidar” e indicó que “debemos agudizar el oído para escuchar lo que nos susurra la historia”. En este sentido, aseguró que en este ejercicio “seguramente recordaremos palabras malditas como `guerra´, `subversivo´, `enemigo´, `opositor´ que nos recuerdan a las trincheras, pero solamente para saber que no debemos cavarlas nuevamente”.
“En esta universidad se habla de memoria en sus aulas y hoy, en esta mesa panel, nos acompañan personas que nos ayudarán a interpretar lo que nos dice la historia. El nuevo futuro se hace con memoria del pasado”, enfatizó.
En su alocusión, el Dr. Guillermo Rodríguez hizo hincapié en la importancia de la educación con un enfoque humanista. “Destacaré el valor de una educación para la paz centrada en la verdad y el respeto por la justicia, en los principios éticos y constitucionales propios de un Estado de derecho respetuoso de la dignidad del ser humano”.
“La educación es un poder –explicó- que además de transmitir conocimientos y destrezas, transforma mentalidades, genera hábitos, promueve valores y principios en la persona humana”. Y agregó: “Con un innegable fin discriminatorio y racista se usaron diferentes mecanismos creativos acordes a las diferentes materias impartidas en las escuelas y universidades. En Alemania, en geografía les enseñaban que por la superioridad de la raza aria tenían que prepararse para dominar al mundo y expandir su territorio. Para esto debían conquistar otros pueblos. Esto evidencia la predeterminación y planificación de la guerra, del despojo y el crimen contra los ciudadanos de otros pueblos”.
Miradas
Por su parte, el Dr. Adrián Rivera Solari, Secretario del Juzgado Federal de Buenos Aires a cargo del juez Rafecas manifestó: “¿por qué es necesario estudiar lo que ocurrió en Alemania y nuestro país?. No hay una sola respuesta y las causas son múltiples. Estaríamos mucho más tranquilos si supiéramos que aquello que ocurrió en Alemania fue la obra de unos locos, marginales, de personas que estaban fuera de la sociedad. Y todo lo contrario. Aquello que ocurrió fue obra de gente preparada, educada, quizás por uno de los pueblos más cultos de Europa central”.
“Esto se puede aplicar a lo que ocurrió en nuestro país. Todos sabemos que el ejército argentino siempre fue el reducto de las clases más acomodadas. Grandes familias y apellidos ha vestido las filas del ejército. Con lo cual este interrogante se repite. No estamos ante la obra de unos locos, sino de personas que sabían perfectamente lo que estaban haciendo”, dijo.
En tanto, al momento de exponer su mensaje, el Dr. Jorge Knoblovits en representación de la DAIA fundamentó: “Hace muchos años que hemos decidido que no solamente debemos luchar contra el antisemitismo, sino también contra la discriminación. Argentina es emblemática en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia. La Shoah fue el aniquilamiento de un pueblo y el golpe militar trató de eliminar una generación, un pensamiento utilizando caminos en común”.
“Los represores argentinos se animaron a pensar que había una manera de superar al nazismo. Llámese como se llame, la muerte era inevitable”, subrayó.
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