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Itongadol.- La Comunidad Israelita de Bariloche repudió enérgicamente los comentarios del hijo del criminal de guerra nazi Erich Priebke, quien expresó su indignación frente a la negativa de Italia y Argentina de no permitir el entierro de su padre en sus respectivos territorios, según un comunicado al que tuvo acceso la Agencia Judía de Noticias. Priebke vivió en la ciudad patagónica argentina por casi 50 años luego de haberse fugado al país tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial.
"Como seres humanos sensibles podemos comprender el dolor de un hijo ante el fallecimiento de su progenitor, sea quien fuere, pero no podemos aceptar ni entender que ni el Sr. Jorge ni su padre – quien fue juzgado y condenado por ser el responsable del asesinato de 335 personas en la masacre de las Fosas Ardeatinas –no mostraran jamás señal alguna de arrepentimiento, sino más bien hasta un cierto orgullo por haber cumplido correctamente con aquella inhumana tarea que se le había encomendado", expresó el escrito firmado por el presidente de la comunidad, Gerardo Eidelstein.
"Dice que su padre fue una ‘víctima’, cuando en realidad fue el brazo ejecutor de una orden aberrante, lo que lo convierte en responsable del hecho. El Sr. Jorge Priebke declara además a la agencia italiana ANSA – según se reproduce en ANB Bariloche – que ‘los judíos’ son unos resentidos y que siguen molestando con una guerra que terminó hace más de 60 años". Queremos decirle al Sr. Priebke que ninguno de los 6 millones de judíos que fueron asesinados durante el Holocausto (con el que seguimos molestando, según manifiesta), vivió hasta los 100 años, ni tuvo una vejez tan aceptable como la que tuvo su padre, con un arresto domiciliario suficientemente relajado que hasta le permitía salir en ocasiones de compras o a tomar café por su barrio, en Roma", destacó.
Jorge Priebke expresó su disgusto luego de que falleciera su padre y dijo a una agencia de noticias italiana: “¿Dónde lo enterraremos? Por mí lo pueden enterrar en Israel. Así ellos estarán satisfechos. No es justo. Siempre se meten con las personas por cosas que pasaron en una guerra hace más de 60 años”.
Ante esto, Eidelstein también agregó: "Y para saber por qué ‘seguimos molestando’, basta con leer en las noticias regionales el lamentable hecho ocurrido hace poco más de una semana en la vecina localidad de Allen, donde dos chicos de 12 y 15 años agredieron verbal y físicamente a otro de 13 años ( lo insultaron, le pegaron un ladrillazo en la cara y le tiraron la bicicleta a una acequia), por el- hecho de ‘hablar raro y ser judío’, hecho que nos invita a trabajar con mayor esfuerzo en la educación y transmisión de valores éticos y morales, en la aceptación del otro con sus diferencias y, por sobre todas las cosas, en el respeto por la vida".
"Con la firme convicción de que un mundo mejor es posible, esperamos de corazón, Sr. Priebke, que encuentre usted la paz interior necesaria para poder vivir en una comunidad que acepte al otro como a un igual, con sus similitudes y sus diferencias, y que todos podamos dejar a nuestros hijos un legado de tolerancia y respeto", puntualizó.
Priebke era un ex oficial de las SS, que fue condenado en Italia en 1996, fue jefe de la Gestapo en Roma y fue condenado por su participación en la masacre de las Fosas Ardiatinas que se encontraban en Roma en 1944, las mismas se situaban a 14 kilómetros al sur de esa ciudad, el 24 de marzo de 1944, en la cual las tropas nazis fusilaron con tiros en la nuca a 335 italianos, en su mayoría presos políticos, más 75 judíos que iban a ser deportados a campos de exterminio, como represalia por la muerte de 31 soldados alemanes y dos civiles locales en un atentado cometido el día anterior por los partisanos.
Los últimos años de su vida él vivió en Italia, donde fue deportado desde Argentina. Su abogado pidió de enterrarlo en el país sudamericano junto con la difunta esposa del criminal nazi. No obstante, las autoridades argentinas rechazaron el pedido del apoderado del criminal de guerra.