Al menos dos palestinos murieron, mientras que siete guardias de frontera israelíes y seis palestinos resultaron heridos hoy tras el atentado suicida con coche bomba perpetrado esta tarde en un control de carreteras próximo al campo de refugiados de Qalandiya, entre Jerusalén Este y la ciudad cisjordana de Ramala, según recoge la edición electrónica del diario ‘Haaretz’, que precisa que no está claro si entre las víctimas palestinas se encuentra el kamikaze.
El atentado ha sido reivindicado por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, grupo armado vinculado a Al Fatá, movimiento que lidera el presidente palestino, Yasir Arafat.
«Esta operación ha tenido lugar en respuesta al genocidio al que se libran las autoridades israelíes en la franja de Gaza y en Cisjordania», afirmó a AFP el líder de las Brigadas en Jenín (norte de Cisjordania), Zakaria Zubeidi.
Según la Magen David Adom (Cruz Roja hebrea), dos de los guardias de frontera israelíes están heridos graves, uno herido moderado y los otros cuatro heridos leves. Los heridos han sido trasladados al hospital universitario ‘Ein Karem’ y al Centro Médico Shaare Tzedek, ambos en Jerusalén. Asimismo, los seis palestinos heridos han sido trasladados al hospital de Ramala.
Las primeras informaciones indican que la explosión fue causada por un kamikaze que se dirigía en automóvil hacia Ramala y que a la altura de un puesto de control provisional entre Qalandiya y la localidad próxima de A Ram hizo estallar la carga explosiva que transportaba.
Las fuerzas de seguridad israelíes se encontraban en estado de alerta antes del atentado, por lo que habían instalado varios puestos de control provisional en la zona. El cruce de Qalandiya ha sido abierto de nuevo al tráfico una hora después del atentado.
Fte E.Press