(AFP) – Las autoridades israelíes se tomaban en serio este domingo la posibilidad de que extremistas judíos atenten contra la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén, aunque no han mostrado pruebas que justifiquen sus temores. La prensa habla de un eventual ataque aéreo inspirado en los atentados del 11-S en EEUU contra un lugar que es el tercer lugar santo del islam.
El ministro israelí de la Seguridad interior, Tsani Hanegbi, advirtió el sábado que hay un «alto riesgo» de atentado que podrían cometer extremistas israelíes contra la Explanada de las mezquitas en Jerusalén. «El riesgo de que judíos extremistas y fanáticos comentan un atentado contra el Monte del Templo o contra los fieles en uno de los lugares más sagrados para el islam, nunca ha sido tan alto», declaró el ministro, refiriéndose a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.
Un atentado de este tipo tendría como objetivo perjudicar al plan del primer ministro israelí, Ariel Sharon, de evacuación de la Franja de Gaza, «provocando una reacción en cadena», indicó al segundo canal de televisión israelí. «Desde hace unas semanas disponemos de cantidad de informaciones inquietantes en el sentido de que no se trata sólo de elucubraciones sino de ideas concretas», añadió el ministro, que no señaló planes operativos ni posibles sospechosos.
«El riesgo es efectivamente muy grande y hay que evitar a cualquier precio que ese escenario no se produzca», indicó por su lado el viceministro de Seguridad Interior, Gideon Ezra. Este ex alto funcionario del Shin Beth preconizó la «detención administrativa» de reuniones de activistas de extrema derecha. Esta medida heredada del mandato británico en los territorios palestinos permite encarcelar sin proceso a los sospechosos, y en general se usó contra los palestinos.
La policía y el servicio de seguridad interior (Shin Beth) manejan la hipótesis de un ataque con un avión sin piloto cargado de explosivos o por un piloto kamikaze que estrellaría su aparato sobre una multitud de fieles musulmanes a una hora de gran afluencia, escribió el domingo el diario Haaretz.
A principios de los años 80, el Shin Beth desmanteló una red clandestina que preparaba un atentado a gran escala contra las mezquitas de la Explanada para sabotear el acuerdo de paz con Egipto y de esa forma evitar el desmantelamiento de las colonias judías del Sinaí. Uno de los jefes de la red, Yehuda Etzion, liberado después de beneficiarse de una reducción de condena, llamó el domingo a la destrucción de estas dos mezquitas para poder construir el templo judío.
«Rezo todos los días para que el Monte del Templo sea purificado de la presencia de los musulmanes para que un tercer templo sea construido», declaró a la radio militar Etzion que lidera un pequeño grupo místico-nacionalista. El activista estima «perfectamente legítimo» un atentado contra las mezquitas subrayando que primero había que convencer a los judíos de su necesidad.
Según un espacialista en los servicios secretos, el periodista y escritor Yossi Melman, las declaraciones alarmistas de los funcionarios israelíes apuntan antes que todo a «disuadir a extremistas de que actúen y a cubrirse en caso de atentados». «No sé si el Shin Beth tiene informaciones precisas sobre los preparativos de atentados pero tiene todas las razones de temer un acto individual o de un pequeño grupo decididos a frenar un retiro israelí de Gaza (…)», indicó a la AFP.
El Gobierno tomó en junio la decisión de principio de una evacuación unilateral, de aquí al final de 2005, de la franja de Gaza y sus 21 colonias, y de cuatro implantaciones aisladas en el norte de Cisjordania. Los colonos y la extrema derecha se oponen de frente al plan de retirada de la franja de Gaza preconizado por el primer ministro israelí.