Agentes especiales del servicio de inteligencia israelí Mossad están detrás de los asesinatos de científicos nucleares iraníes.
Al menos así lo reveló un nuevo libro del periodista estadounidense de la cadena CBS Dan Raviv y del ex corresponsal de la inteligencia Yossi Melman.
Bajo el título "Espías contra el Armagedón", el libro afirma que, contrariamente a los informes que vinculan los asesinatos con disidentes iraníes que trabajan para Israel, es muy poco probable que Israel haya llevado a cabo tales operaciones sensibles a través de un partido disidente.
En su libro, los autores afirman que un estudio profundo de los asesinatos ocurridos en los últimos 50 años de asesinatos llevados adelante por parte de la agencia de espionaje de Israel en el extranjero llega a la conclusión de que los 20 sospechosos que fueron detenidos por el gobierno iraní no son los asesinos.
"Los métodos, las comunicaciones, el transporte, e incluso las bombas innovadoras utilizadas en los asesinatos de Teherán son demasiado sensibles como para que el Mossad comparta con profesionales independientes del extranjero", escribieron Raviv y Melman.
Por lo tanto, los autores estiman que los asesinatos de los físicos y científicos nucleares de Irán fueron realizados por los israelíes dentro de la llamada operación "azul y blanco", en referencia a los colores de la bandera de Israel.
En un capítulo del libro, los autores afirman que a pesar del hecho de que Irán no tiene relaciones diplomáticas con Israel y la prohibición de las visitas de los israelíes, los operativos del Mossad no tuvieron ningún problema para entrar y salir del país.
Asimismo, indicaron que Israel tiene una casa escondida en Irán, que permite a los agentes del Mossad mantenerse seguros durante la ejecución de los asesinatos.
El libro también revela la estrecha cooperación del Mossad con los kurdos y otros grupos étnicos minoritarios dentro de Irán, afirmando que el servicio de inteligencia israelí cree que "el enemigo de mi enemigo es mi amigo."
Los autores escribieron sobre la estrecha relación entre el Mossad y la CIA, al explicar los esfuerzos para impedir que Irán obtenga armas nucleares.
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