El líder de Hamas Ismail Haniyeh dijo que la aparente "política de precio" llevada adelante con el ataque contra una mezquita en el pueblo beduino de Tuba Zanghariya en Israel es parte de una operación mayor para borrar las "bases de la civilización islámica en territorio palestino".
Haniyeh, quien hizo estas declaraciones al participar en una Feria Internacional del Libro que se realiza en la ciudad de Gaza, sostuvo que el incendio de la mezquita de Tuba fue ordenado por "los rabinos sionistas" que llaman a la quema de mezquitas y el Corán.
Tales operaciones, según explicó Haniyeh, son parte de grandes intentos de silenciar la voz del Islam en los territorios palestinos ocupados en 1948, según consignó The Jerusalem Post.
El líder de Hamas elogió la huelga anunciada hoy en ciudades y aldeas de la Galilea que condena la quema de la mezquita de Al Noor en Tuba Zanghariya.
Pese a la declaración de Haniyeh, los rabinos fueron los primeros en calificar el hecho como un acto de vandalismo a los sitios islámicos. Incluso muchos líderes judíos condenaron los ataques, e incluso instó a un esfuerzo compartido en la restauración de la propiedad dañada.
Los rabinos jefe Shlomo Amar y Yona Metzger acompañaron al presidente Shimon Peres en una visita solidaria a la mezquita quemada, junto con cristianos, drusos y los líderes musulmanes, y denunció el ataque en términos igualmente enérgicos.
"Hay que protestar contra este hecho, se trata de un D-os hilul (profanación del nombre de Dios). Todos los líderes deben hablar en contra de este acto de terror y odio ", dijo Amar, llamando a los líderes religiosos a predicar el amor y la tolerancia de los otros.
“Recordamos como Judios, cuando otras personas quemaron nuestras sinagogas y quemaron nuestros rollos de la Torá. No podemos aceptar tales actos en contra de otras religiones ", agregó.
"Una iglesia, mezquita, templo o sinagoga están las embajadas de Dios y que no puede dañar a esos lugares. Protestamos enérgicamente por estas acciones", insistió el líder religioso.
Otros grupos religiosos también condenaron el incidente, incluyendo un grupo de rabinos de las comunidades del norte y yeshivas quienes sostuvieron que si el hecho fue perpetrado por judíos debe ser denunciado. Asimismo calificaron el ataque como un incidente inhumano, inmoral e incompatible por completo con la Torá, Halajá y los valores judíos.
El líder del movimiento reformista en Israel, el rabino Gilad Kariv, dijo que tales acciones podrían desencadenar una ola de violencia a gran escala religiosa y nacionalista.
El movimiento anunció que va a contribuir con dinero para la restauración de la mezquita.
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