En todo el mundo, los vinos israelíes están ganando premios y reconocimientos. "Contamos con un séquito de productores de vino que son internacionalmente capacitados y con experiencia”, dijo un director de una empresa de vinos israelí.
"En segundo lugar, las bodegas están realmente a la altura de la técnica. Las bodegas grandes y medianas tienen instalaciones muy modernas, y todas las técnicas para la elaboración de un muy buen vino”, agregó.
Por ultimo, el productor añadió que “en tercer lugar, y más importante, estamos aprendiendo más sobre el desarrollo de nuestros viñedos en términos de tecnología".
"Israel se ha unido al mundo de los productores de vino de calidad”, remarcó el director de Carmelo vino Bodega, Adam Montefiore.
Un vino de calidad tiene que tener buen equilibrio entre todos sus elementos. Para que sea un vino de buena calidad, también tiene que tener una buena estructura y que esté construido de modo que tendrá una duración de cierto período de tiempo. Incluso se estima que de una muy buena bodega debe mantenerse un mínimo de cinco años y en algunos casos de 75 a 80 años.
"El gusto está en el ojo del espectador", dice Montefiore. "Lo que considero un vino de calidad se diferencia de lo que usted o su esposa cree. Cada uno puede elegir lo que quiere”, agregó.
Citando el éxito en el cultivo de la vid en altitudes más altas como en la Alta Galilea, el Golán y, más recientemente, los Montes de Judea, el clima en su mayoría es de cooperación para Israel. Las plantaciones de uva son de muy buena calidad, y también la experiencia de los enólogos jóvenes.
Montefiore no está sorprendido por los logros de Israel. "A esto se añade el deseo de las bodegas por mejorar por sí mismos y el aumento actual en la búsqueda de la calidad. Esto armó la revolución del vino", dice Montefiore.
Algunas nuevas tendencias en Israel sobre vinificación incluyen la plantación de más viñedos a mayor altura, como la Alta Galilea, el Golán y las colinas de Judea. Otros viñedos viejos se vuelven a utilizar para producir vinos de mejor calidad, y los israelíes son cada vez más grandes fanáticos de los vinos espumosos, baratos y caros.
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