Un funcionario israelí informó que impusieron una «clausura general», lo que significa que no se le permitirá a los palestinos entrar a Israel, ni siquiera para acudir a sus trabajos en la zona industrial.
El ejército israelí señaló que sólo considerarán la posibilidad de permitir el paso a palestinos por razones humanitarias.
Aún no se sabe por cuanto tiempo se mantendrá la medida, que llega apenas unas semanas después de que Israel relajara otra clausura de un mes, permitiendo que miles de palestinos volvieran a trabajar en Israel.
Antes de la segunda Intifada, decenas de miles de palestinos de la Franja de Gaza trabajaban al otro lado de la frontera.
«Lucha contra el terror»
El vice primer ministro de Israel, Ehud Olmer, declaró en la radio israelí que la clausura demostraba que el gobierno está decidido a «impedir el terrorismo».
Reem Raiyshi: «Mi deseo se cumplió de la forma que quería».
«Nunca hemos suspendido nuestra lucha contra el terrorismo y la continuaremos, para impedir atentados como el del miércoles», declaró.
La bomba fue detonada en el paso de Erez por Reem Raiyshi, de 22 años de edad y madre de dos niños.
Raiyshi eludió las inspecciones en el cruce diciéndole a los soldados que tenía una placa metálica en la pierna que podía activar los detectores de metales.
Una vez adentro, detonó sus explosivos en una oficina. Ella, junto con cuatro soldados murieron y una docena de civiles resultaron heridos.
Hamas, que se atribuyó la responsabilidad del atentado junto con las seculares Brigadas de los Mártires de al-Aqsa, declaró que había usado a una mujer para la operación pues era mas difícil que la detectaran.
La zona de seguridad en el cruce de Erez quedó prácticamente destruida y tomará varios días repararla.