El ataque al Cementerio Israelita de la ciudad capital de la provincia de San Luis, donde fueron profanadas 27 sepulturas con inscripciones antisemitas, tiene como antecedente un atentado contra la sede de la DAIA.
En declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN), la presidenta de la DAIA filial San Luis, Saada Bentolillas, reveló que el edificio que ocupa la entidad ya había sufrido ataques y pintadas antisemitas.
“En el cementerio es la primera vez, pero hace poco en la entrada del edificio de la asociación quemaron el portero eléctrico, lo prendieron fuego y pintaron esvásticas”, precisó la dirigente.
Bentolillas consideró que este antecedente fue “algo de menor trascendencia” frente a lo ocurrido en el cementerio judío, donde fueron profanadas 27 de las casi cien tumbas.
La titular de la DAIA indicó que los agresores “pintaron todo un sector del cementerio”.
Siempre en diálogo con esta agencia, Bentolillas anunció que pedirán una reunión con el gobernador Alberto Rodríguez Saá, quien en las próximas horas arribará al país procedente de Copenhague, donde participó en la Cumbre del Cambio Climático.
La intención de la dirigencia comunitaria es solicitarle al gobierno provincial que refuerce las medidas de seguridad en los principales centros judíos.
No obstante, Bentolillas confirmó que Rodríguez Saá “dio precisas ordenes a su gabinete para que se trabajara lo necesario sobre este tema”.
Al indagar sobre casos de antisemitismo en San Luis, el último antecedente que trascendió fue el caso de un matrimonio que vivía en un pueblito de San Luis y que fue acusado de violar la ley antidiscriminatoria.
La Justicia determinó que entre los dulces típicos y productos artesanales que ofrecían en una casa sobre la montaña, este matrimonio tenía -también listos para la venta- toda una serie de videos de propaganda nazi.
Los acusados fueron identificados como Héctor Diego Buela e Isabel Nuncia Dago, quienes vivían en Nido del Aguila y fueron denunciados por el Centro Simon Wiesenthal.
Los videos que vendía el matrimonio tenían títulos como El judío eterno o Quién era Goebbels, documentales sobre las Waffen SS, El judío Suss y material surtido sobre Adolf Hitler, entre otros.
Por eso, Bentolillas cargó contra la falta de controles en la red de Internet, que –según su interpretación- “sigue siendo un modo de inspiración para que la gente haga pintadas”.
DB-GB
386