De acuerdo a lo informado por el diario The Jerusalem Post a través de su sitio web, algunos de los ancianos del Consejo Supremo del Partido Islámico de Azerbaiyán habían rechazado la visita de Peres, pero desde la Cancillería de ese país lo tomaron como una intromisión de Irán.
Al concluir hoy su visita de Estado a Azerbaiyán, Peres expresó su agradecimiento no sólo por la cálida hospitalidad que recibió durante su paso por Bakú sino también por la atención que se les brindó a los 60 miembros de la delegación empresaria que lo acompañó.
Peres es consciente de la presión que ejerce Irán sobre su vecino Azerbaiyán en un intento de sabotear la visita.
En lugar de ceder a esta presión, Azerbaiyán ha decidido mejorar sus relaciones con Israel, señaló.
Justamente, en este sentido, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, pidió a los empresarios israelíes a invertir en su país. "Estamos ante la gran necesidad de conocer la tecnología avanzada de Israel", dijo.
Antes de salir de Azerbaiyán, Peres pronunció un discurso ante cientos de estudiantes musulmanes en la Universidad de Bakú, donde hizo hincapié en la voluntad de Israel para la paz y destacó la voluntad del primer ministro Benjamin Netanyahu de reanudar inmediatamente las negociaciones con los palestinos.
En una referencia a Irán, Peres dijo que lo que está pasando ahora revela el verdadero rostro de Irán.
Su última parada antes de volar a Kazajstán fue la sinagoga de Bakú, donde se dirigió a una enorme multitud de judíos azeríes, a quienes les explicó la importancia de las relaciones entre Azerbaiyán e Israel.
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