Itongadol.- Se espera que Jared Kushner, el yerno judío del presidente electo Donald Trump, tenga una influencia significativa en las políticas de la nueva administración para Medio Oriente, incluso si no consigue un puesto oficial en la nueva colmena del Presidente republicano. Eso contaron a CNN diplomáticos regionales y aliados de Trump.
Cabe recordar que el nuevo-viejo Presidente formó esta semana su nuevo equipo para la región. Anunció la elección de Mike Huckabee, el ex gobernador de Arkansas que se postuló dos veces en las primarias republicanas para la Presidencia, como embajador de los Estados Unidos en Israel. Poco después, Trump anunció que el magnate inmobiliario judeoestadounidense Steven Witkoff será su enviado para Medio Oriente.
Aun así, se espera que Kushner sirva como asesor externo, según dos fuentes dijeron a CNN. «Está totalmente disponible para guiar y aconsejar a todos los que se ocuparán de las cuestiones de Medio Oriente», añadió una fuente familiarizada con el asunto. «Será posible lograr un mayor avance en la región bajo el liderazgo de Trump».
Fuentes diplomáticas regionales cercanas a Trump señalaron que Kushner «logró construir relaciones de confianza con líderes de países de la región durante el primer mandato de Trump». Se dice que Kushner «se ganó» esa confianza, a diferencia de muchos otros en el nuevo equipo, y que es mucho más influyente que cualquier otro.
Pero aun así, se espera que los vínculos económicos de Kushner con la región provoquen críticas a su participación. La razón: durante el primer mandato de Trump, Kushner se volvió demasiado cercano al príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman, al punto que preocupó a los funcionarios de seguridad nacional de Washington. Kushner tiene un fondo de inversión que recibió 2 mil millones de dólares de un fondo de inversión saudita.
Durante la primera visita de Trump en su cargo a Arabia Saudita en 2017, Kushner y su esposa, Ivanka Trump, la hija del Presidente, estuvieron a su lado en una serie de ceremonias y eventos. Después de ellos, según CNN, Kushner habría sido llevado a visitas por separado en el reino para conversaciones con Bin Salman que se prolongaron hasta altas horas de la noche.
Algunos diplomáticos estadounidenses han expresado su preocupación de que Trump pueda seguir priorizando los intereses económicos de su familia por sobre los intereses nacionales. «La prioridad para la prosperidad de Arabia Saudita, que ayudará a la familia Trump, es una gran preocupación para los diplomáticos estadounidenses», afirmó un diplomático actual, que recordó el secretismo que rodeó los compromisos de Kushner con el reino durante el primer mandato.
A pesar de las esperadas críticas, se espera que Kushner sea un actor clave de la nueva política del Presidente republicano en Medio Oriente. «No hay nadie en el personal entrante que tenga lo que tiene Jared, que es la confianza. Jared se la ganó, no la tenía al principio. Se la ganó. Lleva tiempo construir eso», dijo un diplomático regional que trabajó con Kushner mientras estaba en la Casa Blanca, señalando que Kushner era relativamente desconocido para la mayoría de los actores de la región antes de convertirse en el principal intermediario en Medio Oriente de la primera administración Trump.
«Las amistades son para siempre en esta región», dijo a CNN una fuente israelí que trabajó con la primera administración de Trump. Se explayó sobre las profundas conexiones personales que Kushner desarrolló -y mantuvo- con líderes de toda la región. «Mi suposición es que su rol está mucho más en sus manos que en las de cualquier otro», explicó.
En cuanto a Israel, las fuentes dijeron: «Tanto a Kushner como a Trump les gustaría ver una continuación de los esfuerzos para normalizar las relaciones entre Israel y otros países árabes después de los Acuerdos de Abraham». Trump, que abordó el tema de la guerra en Gaza más temprano este año, dijo que Israel debe «terminar lo que empezó» allí y «terminarlo rápido».
Kushner, por su parte, no hizo comentarios sobre la situación en Medio Oriente recientemente, pero en septiembre elogió la eliminación del secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, diciendo que era «el día más significativo en Medio Oriente desde la apertura del camino de los Acuerdos de Abraham». En un posteo que escribió, describió: «Me he pasado horas investigando a Hezbollah y no hay experto en el mundo que haya pensado que la ‘decapitación’ y humillación que Israel les hizo era posible. Esto es significativo porque ahora Irán está completamente expuesta. La razón por la que sus instalaciones nucleares no fueron destruidas, a pesar de los débiles sistemas de defensa aérea, es que Hezbollah tenía un arma cargada apuntando a Israel. Irán estuvo construyendo esa capacidad de disuasión durante los últimos 40 años».
El yerno de Trump enfatizó luego que Israel se encontraba con un Hamás en Gaza «en gran medida neutralizado» y con la oportunidad de neutralizar a Hezbollah en el norte, y dijo que «la forma en que llegamos a esta situación es lamentable, pero tal vez pueda haber aquí un punto de luz al fin de cuentas». Destacó que «todos los que piden un alto el fuego en el norte están equivocados. Israel no tiene posibilidad de retroceder. No pueden permitirse no terminar el trabajo y desmantelar el arsenal que apunta contra ellos. No tendrán otra oportunidad».
En marzo, compartió su visión para Medio Oriente después de la Masacre del 7 de Octubre, diciendo que, en su opinión, Israel debería asentar a los habitantes de Gaza en el Néguev mientras «termina de limpiar» la Franja. Cuando se le preguntó en un panel de la Universidad de Harvard si se les debía permitir a los palestinos regresar a sus hogares en Gaza, respondió: «Tal vez, pero Gaza realmente no existe en este momento. No queda mucho de ella, eso es seguro».
La idea que resonó entonces -evacuar a los gazatíes al Néguev- se correspondía en cierta medida con el plan de paz de Trump llamado «El Acuerdo del Siglo», y Kushner fue uno de sus arquitectos. Como parte del plan, se propuso entonces que Israel transfiriera territorios del Néguev occidental a un Estado palestino que se establecería, para consternación de los residentes allí.