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OSM. Entrevista a Federico Nemetsky, joven de la Academia de Liderazgo Sionista

Por Iton Gadol
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Itongadol.- Concluido el Primer Congreso Mundial del programa que llevó a cabo la Academia de Liderazgo Sionista, ItonGadol dialogó con Federico Nemetsky, uno de los jóvenes que participaron del encuentro y que destacó: “Este es un proyecto que apunta al futuro, que es hoy”.

Nemetsky nació en la Ciudad de Buenos Aires. Tiene una Licenciatura en Turismo y actualmente se encuentra realizando sus estudios de posgrado en Diversidad Cultural junto con una Especialización en Estudios Judaicos y Judeoamericanos en la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). En el campo laboral, se desempeña como director de Estudios en los Institutos de Formación Docente Agnón y Melamed, donde también coordina el postítulo docente “Actualización académica en historia judía y su didáctica”. Es el actual secretario general de la Organización Sionista Argentina y el vicepresidente de Likud Argentina.

La Academia de Liderazgo Sionista es un programa que plasma la idea de consolidación de las nuevas generaciones de líderes judíos/sionistas, los que no solo ejercen el liderazgo comunitario local, sino que también sean la esencial del liderazgo judío/sionista global, destinado a detener el proceso de alejamiento de los jóvenes de la labor comunitaria, un lento, pero persistente “goteo”. Este programa es liderado y creado por Ariel Goldgewicht, director ejecutivo del Departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej de la Organización Sionista Mundial (OSM).

Su implementación es el resultado de la unión de dos organizaciones centrales del Pueblo Judío, la OSM y el Keren Kayemet LeIsrael (KKL). Al respecto, Ariel Goldgewicht afirmó que “este proyecto jamás existiría sin la visión de dos grandes líderes: Sergio Edelstein, titular del Departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej de la OSM, y el vicepresidente Mundial de KKL, Hernán Felman”.

-¿Cómo surge y quiénes propician esta iniciativa?

-Esto es una iniciativa que surge de una alianza, como muchas otras, pero con algunas particularidades, del Keren Kayemet y del Departamento de Noar jalutz y Dor Hemshej de la Organización Sionista Mundial, que justamente es el departamento en el que Ariel Goldgewicht se desempeña como director ejecutivo; y básicamente surge de la necesidad, la visión y la perspectiva de generar algo interesante diferente a lo hecho hasta ahora.

-Sin duda este proyecto está en manos de gente que tiene claro el objetivo, y se dispara a partir de una percepción, la necesidad de seleccionar personas que puedan generar una especie de embajador frente a las comunidades judías del mundo para trabajar sobre este problema. ¿Cómo lo viste vos y que pensás?

-La visión que tengo yo respecto a todo esto es, y esto va muy de acuerdo a lo que plantea la dirección del proyecto, es que esto habla de la gente joven que en algún momento deberá trabajar para la comunidad, pero lo habla en una especie de tiempo verbal presente. Es un proyecto que apunta al futuro pero hoy. Entonces me parece que esto va muy de la mano de la elección de perfiles y personas que se hizo, que en gran parte son gente que ya están comprometidas con algún tipo de tareas, con alguna forma de trabajo que colabore para que ese goteo que vos hablaste en un momento pueda ser trabajado y enfrentado de una manera profesional e inteligente, específicamente porque iniciativa, como vos hablas, hay, hubo, y habrá muchas, el tema es cómo logramos una iniciativa diferente, algo que tenga un impacto distinto a las cosas que existieron al momento.

-No estamos hablando de adolescentes, sino jóvenes. Cada uno de ustedes fue especialmente seleccionado, son profesionales y personas que se destacan en lo personal y en algunos casos en lo comunitario, ¿es así?

-Durante el encuentro que tuvimos surgieron una serie de problemáticas muy puntuales dentro del universo enorme sobre la cual se podría trabajar, si uno se pone a pensar aspectos en los cuales se podría trabajar, de la judería global, se puede decir, hay infinitos. Siempre hay algo que se puede mejorar. Se puso el foco en algunas cosas puntuales. En lo personal, por ejemplo, en mi caso empezamos junto a un grupo que se formó a trabajar respecto a la crisis de la identidad judía a nivel global, un tema entre otros tantos, y la idea es trabajar hoy. Como vos decís, la gente seleccionada es gente que hoy en día tiene la posibilidad de hacer un cambio, el tema es en que marco, con qué posibilidades y con qué recursos. Acá lo que se busca, a lo que apunta es a tener recursos, a tener el marco propicio y, principalmente.

-Supongo que hay una gran expectativa en ustedes y fundamentalmente en vuestra parte proactiva que ayudará a poner en marcha definitivamente este proyecto

-La cuestión que asoma, a nivel global nuevamente, es la falta de compromiso, o como se va diluyendo o cómo se van incrementando estas situaciones sin que suceda algo. Yo recuerdo, históricamente, a mis abuelos y familiares adultos hablando acerca de la asimilación. Son problemas que se heredan de generación en generación, La idea es cortar con algunas de esas inercias para sí brindar algunas soluciones a esas problemáticas. Cada comunidad con su propia problemática y sus particularidades, pero creo que la idea de esto es poder trabajar sobre asuntos que sean comunes a la mayoría, digamos, de las comunidades judías del mundo.

-¿Alguno se animó a plantear algún antídoto, o todavía no aparece?

-Obviamente, qué dentro de los espacios de trabajo, antídotos surgieron muchos, ahora sin caer en la brujería, en la búsqueda del antídoto instantáneo, digamos, o de la cura mágica. Creo que lo que se busca justamente es una mirada lo más profesional posible, y eso requiere tiempo, y lo que requiere principalmente trabajo. Sobre esto, sobre esta dinámica es que arrancó toda esta propuesta, nosotros venimos trabajando por Zoom, a distancia, hace ya varios meses y el encuentro este, que tuvimos, fue el puntapié inicial para empezar a trabajar concretamente sobre algunos de todos estos temas, pues no se puede trabajar sobre todos, obviamente, habrá que priorizar

-Vienen de un encuentro en México muy importante, y la sensación que se percibe de quienes están a cargo del proyecto y de ustedes es un enorme optimismo, y no es fácil ser optimista con este tema.

-El optimismo viene de la mano de ver que en esta oportunidad hay varias de las cosas que mencioné antes están dadas: la posibilidad de tener los recursos necesarios, la posibilidad del marco profesional adecuado, la tranquilidad que brinda la selección de personas que llevo el equipo, que es el 50%, como mínimo, del proyecto, digo las personas que lo componen y lo que se genera entre todos los integrantes, la red y todo lo que se va formando entre, quizás dentro de 20 años, nos crucemos en algún foro, en algún espacio, ya siendo conocidos, amigos, compañeros o como se desarrolle cada relación humana, esto es ya un gran plus. Entonces veo que la esperanza o la visión respecto a esta cuestión en particular es que sí hay posibilidades y que existe esa oportunidad real de pensar, de planear algo que termine siendo real, y que cambie el paradigma y que genere nuevas posibilidades, y que sea un aporte general al judaísmo global.

-¿Considerás que las bases de este proyecto son el tiempo y la paciencia?

-La variable tiempo se hace mucho más llevadera si ese tiempo transcurre con otros pares, con los cuales uno disfruta compartirlo. Digo, hay un carácter social en todo esto, porque al fin y al cabo no es que somos mano de obra trabajando encerrada, somos seres humanos socialmente trabajando juntos y pensando juntos en cómo mejorar, y si es placentero, y se disfruta, bueno el tiempo que lleve el proyecto va a ser mucho, mucho más llevadero. Entonces creo que la paciencia, siendo la otra variable que comentamos, está relacionada con la intención de que el resultado de todo el proceso sea realmente un resultado, voy a reutilizar una palabra, profesional, real, y no esa cura mágica que a todos se nos ha ocurrido en otro momento, sino aprovechar el marco, aprovechar el espacio y generar algo con posibilidades reales de aplicación y de generación de cambios.

-Tengo entendido que el próximo encuentro es en Israel

-Sí, la idea es que todo este proceso, este ciclo finalice y a la vez esos cierres son inicios. Que esto suceda en Israel en la segunda mitad del año, mientras tanto seguiremos a distancia, porque somos personas de varias decenas de países.

-Si hay que mandar un mensaje, ¿A quién se lo dirigís?: ¿Al joven, al dirigente, a los docentes de una escuela?

-Voy a caer en una respuesta obvia, pero me voy a tomar esa licencia porque me parece que es importante siendo yo joven, siendo yo también teniendo una posición activa comunitaria, un rol activo comunitario. Creo que cada uno debe asumir su responsabilidad en su lugar, creo que todos, todos, somos responsables por el presente y por el futuro, desde el punto que nos toca, por eso me parecería injusto tirarle esa bala solamente a una persona. Pienso que nuestros morim y morot tienen que seguir trabajando para inculcar nuestros valores desde la más temprana edad; creo que los dirigentes deben tener que seguir generando los framework necesarios para que la vida judía pueda encausarse de la mejor manera; creo que los jóvenes tienen que asumir el momento en el cual les toca agarrar el volante y ser ellos quienes manejen el auto, el micro, el vehículo. Considero que cada uno tiene su parte y me parece que tenemos la posibilidad de avanzar, pero tenemos todos que intentar mover ese vehículo.

-Cuando pensamos en la tarea a futuro y la actual dirigencia, ¿Cómo imaginás la transformación?

-Yo pienso que lo que imagino es una dirigencia que logre darse cuenta aquello de que ‘los jóvenes son el futuro’ en realidad quedó un poco viejo, la idea quedo vieja. Los jóvenes son el futuro, por supuesto, pero para que sean el futuro tienen que empezar a trabajar en el presente. Entonces me parece que no es real o no es ideal pensar en un legado hacia los jóvenes para que sean ellos, en un futuro, quienes conduzcan los destinos de las comunidades, sino que el trabajo tiene que ser en conjunto, mixto, mancomunado, de la mano entre quienes tienen mucha experiencia y quienes quieren tenerla, y esto a veces es costoso porque implica para quienes por muchos años estuvieron al mando, digamos, despegarse un poquito de sus roles para dar espacio. Me parece que la incorporación de las juventudes trae aire fresco, trae posibilidades, trae ideas nuevas, trae cosas, trae muchísimos beneficios, y yo imagino como un escenario muy, muy provechoso el trabajo conjunto entre aquellos jóvenes que tengan ganas, que los jóvenes sientan que son incorporados, que son escuchados y que son tenidos en cuenta junto con aquellos que tienen vasta experiencia en el mundo comunitario. Esto yo lo veo como un horizonte muy provechoso y sobre todo muy posible. Pero bueno, hay que hacer un cambio paradigmático de la situación.

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