La explosión se produjo cerca de la antigua estación central de autobuses de la capital israelí. El servicio de emergencia ZAKA estableció el número de fallecidos en seis, incluyendo el suicida. El servicio de ambulancias Magen David Adom inicialmente estimó el número de heridos en 30.
Tanto la Yihad Islámica como las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, que está vinculado con el movimiento Al Fatah del presidente palestino Mahmud Abas, reivindicaron la responsabilidad del ataque.
«Fue una gran explosión. Fue increíble», dijo a Israel Radio Yossi Bar, un taxista.
El atentado se produce mientras el primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, trata de formar una coalición de gobierno y tres semanas después de que el grupo radical Hamás accediera al Gobierno palestino.
Un portavoz de Olmert achacó la responsabilidad del atentado al Gobierno de Hamás. El primer ministro israelí prometió durante la campaña electoral «mano dura» contra los radicales palestinos.
«Esta Autoridad Palestina, que se ha definido claramente a sí misma como una entidad terrorista, ha tratado de instigar el apoyo terrorista más que la anterior, y actuaremos en consecuencia», dijo el portavoz Raanan Gissin.
Por su parte, un portavoz de Hamás calificó el atentado de Tel Aviv de un caso de «autodefensa».
Saeb Erekat, un destacado asesor de Abas – también conocido como Abu Mazen – dijo: «Condeno este ataque en nombre del presidente Abu Mazen, e insto a todas las facciones palestinas a cumplir el alto el fuego. Ataques de este tipo dañan los intereses palestinos».
Las imágenes de televisión mostraron a transeúntes con sangre en sus camisetas. Las ambulancias y los vehículos policiales se apresuraban al lugar.
El comandante de la policía Danny Chen confirmó a Israel Radio que se trataba de un ataque suicida.
Un líder de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa en Cisjordania dijo que el ataque era para vengar las redadas israelíes en la Franja de Gaza.
«Esta operación es en respuesta a las masacres israelíes contra nuestra gente en Gaza», manifestó el activista, en referencia a los recientes ataques aéreos contra posiciones donde los radicales lanzaban a Israel cohetes de fabricación casera.
El último atentado suicida en Israel fue el 19 de enero, y sólo murió el suicida. La última explosión se produjo cerca del lugar del atentado del lunes.