Itongadol/Agencia AJN.- El titular de la Confederación Israelita de Brasil (CONIB), Fernando Lottenberg, aseguró que son «muy preocupantes» los datos que deja la pandemia del COVID-19 en ese país sudamericano y lamentó que a la crisis social y económica se suma «una crisis política» por los desencuentro entre el presidente Jair Bolsonaro y los gobernadores.
«La comunidad, como toda la sociedad, está sintiendo los impactos de la pandemia y de las crisis de manera bastante fuerte. Los números de infectados y muertos en la comunidad son altos y con importante impacto psicológico», comentó el dirigente en declaraciones a la Agencia de Noticias AJN.
A continuación los tramos más importantes de la entrevista:
-AJN: ¿Cómo describe la situación actual de Brasil respecto del coronavirus?
-F.L: Brasil, por ser un país muy grande, presenta diferentes situaciones de acuerdo a la región, con algunas ciudades más afectadas que otras. Además, está el problema de la situación social y habitacional que, por un lado, complica aún más la implementación de medidas de aislamiento y hace que los efectos económicos de la crisis también tengan efectos diferentes entre las diferentes camadas de población. A la crisis sanitaria y económica también suma una crisis política. De esa manera, la crisis está siendo enfrentada de manera descentralizada, con los estados y ciudades tomando sus medidas, por veces sin coordinación con el gobierno federal. Los números son muy preocupantes y no vemos todavía el final de la crisis en el horizonte.
-AJN ¿Qué ayuda está brindando la CONIB a la sociedad brasileña?
-F.L: La CONIB está trabajando con todas las comunidades judías de Brasil, primeramente, ayudándolas con informaciones, orientaciones y recursos para que, primeramente, ayuden a la propia comunidad. Con la coordinación de CONIB, las comunidades que no tenían estructura de gestión de crisis pudieron formarla, para apoyar a las personas con servicios logísticos de entrega de alimentos, medicamentos y otros productos a las personas mayores o de grupo de riesgo. Además tenemos servicios psicológicos y médicos a toda la comunidad. Estamos trabajando en proyectos para buscar caminos que permitan brindar ayuda a las familias empobrecidas por la crisis financiera. Y, con la misma coordinación, fue posible unir aún más a las comunidades para que se ayuden mutuamente con ideas o mismo servicios online. Hacia la comunidad mayor, la CONIB apoya acciones de donación de alimentos, medicamentos, productos de limpieza, entre otros a los sectores más pobres y vulnerables de la población. Además, varias instituciones comunitarias también están brindando a la sociedad otros servicios, como es el caso del Hospital Israelita Albert Einstein, Unibes, Ten Yad y muchos otros.
-AJN: ¿Cuál es la realidad de los miembros de la comunidad judía y cómo los está afectando la pandemia?
-F.L: La comunidad, como toda la sociedad, está sintiendo los impactos de la pandemia y de las crisis de manera bastante fuerte. Los números de infectados y muertos en la comunidad son altos y con importante impacto psicológico, una vez que no se pueden realizar los servicios fúnebres tradicionales. Además, las instituciones están cerradas y los servicios religiosos y educacionales son realizados online. Con eso, se trata de mantener algún nivel de vida comunitaria y, en eso, parece haber sido exitoso, aunque ya la gente esté cansada y estresada, sintiendo falta de la convivencia más próxima. A eso se suma la crisis económica, que hizo empobrecer a muchas familias en la comunidad, con impacto financiero y psicológico. La comunidad brinda servicios de apoyo a esas familias y a las personas que lo necesiten, con voluntarios médicos y psicólogos, y donativos de alimentos, medicamentos y material de limpieza e higiene. También se está buscando caminos para brindar algún tipo de ayuda financiera, sea microcrédito, bolsa de empleos, etc.
-AJN: ¿Hay miembros de la comunidad que piensen en hacer aliá a partir de la crisis generada por el COVID?
-F.L: Creo que este tipo de decisión se basa más en cuestiones de ideología personal o de motivos económicos, que pueden haber sido originado por la pandemia.