Itongadol.- Me presento: mi nombre es Ismael Espinola, soy argentino, puntualmente de Tucumán y actualmente estoy viviendo en Hadassim. Voy a contarles mi experiencia en primera persona.
Antes que nada, yo ya estaba buscando irme de Argentina (por como están las cosas allí) y la primera y más eficiente puerta que se abrió, fue Israel.
Sobre esto comienzo a buscar formas y formas, hasta que el rabino de mi ciudad me comentó sobre Naale y me contó la opinión de algunos chicos que ya estaban aquí. Después de eso, tomé la decisión de anotarme y esperar el examen de ingreso.
Viajé a Buenos Aires, estuvimos desde la mañana hasta la tarde, hicimos trabajos escritos, ejercicios y lo más importante desde mi punto de vista, las entrevistas con los psicólogos. Al final tuvimos tiempo para conocer y charlar con nuestros futuros compañeros.
Después de un mes, avisaron quiénes habían pasado el examen, ¡me llegó la noticia y con mi mamá festejamos y estábamos muy felices!
Hasta que llegó el día, primero de septiembre, en el aeropuerto, todos juntos, comenzó lo que tanto estábamos esperando. Viajamos, conociéndonos de a poco en el avión. Después de un viaje largo llegamos a Madrid y conocimos a los chicos de Centroamérica (México, Panamá, Honduras, etc). Luego llegamos a Israel, nos recibieron muy bien en el aeropuerto de Tel Aviv. Estaban allí nuestros futuros madrijim y los chicos latinoamericanos más grandes, que ya vivían en el colegio.
Llegamos a Hadassim, ya mucho más relajados, cada uno en su habitación y acomodando nuestras cosas. De a poco nos hicimos muy amigos entre los chicos, el hecho de vivir en un mismo lugar, hizo que socialicemos mucho más rápido. Pasamos unos días descansando del viaje y empezamos las clases. Al principio nos dieron una visión de lo que sería el año, las materias y el Hebreo.
En deportes, mi caso fue muy particular, porque decidí venir aquí tanto por el estudio como por el deporte. Yo juego al fútbol y aquí había más oportunidades de continuar jugando, que era lo que a mí me gustaba. Cuando llegué, al no saber Hebreo, no nos dejaban salir mucho, claramente para no correr ningún riesgo. Pero al poco tiempo me incorporé a un equipo de la ciudad y hoy en día, por las mañanas voy al colegio, y por las tardes entreno, siempre dejándome un tiempo libre para repasar y completar las tareas pendientes.
Lo que más me gusta de Hadassim es tener la oportunidad de poder conocer e interactuar constantemente con personas de distintos lugares del mundo, adquiriendo nuevas experiencias y conociendo este hermoso país.
Recomiendo esta aventura porque inconscientemente vas aprendiendo, creciendo y madurando como persona, conociendo nuevos amigos, y nuevos idiomas.
Desde ya les deseo que puedan vivir con sus propios ojos esta maravillosa experiencia y disfrutar de cada detalle que tiene para ofrecerles este gran programa.
¡¡¡La mejor de la suerte!!!
Isma
Conocé más sobre el programa Naale: https://www.naale-elite-academy.com/es/