Itongadol.- Francisco expresó su solidaridad con las víctimas del atentado a la AMIA en más de una oportunidad y siempre se manifestó como un amigo de la comunidad judía, manteniendo relaciones personales con diferentes rabinos.
Hoy sorprendió a muchos la noticia de la carta que envió el papa Francisco por el 25° aniversario del atentado a la AMIA. Sin embargo, el compromiso del Sumo Pontífice con esta causa no es nuevo, sino que data de cuando era el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio.
En 2005, una semana de cumplirse 11 años del ataque, más de un centenar de personalidades del ámbito religioso, cultural y social firmó un pergamino para exigir a los tres poderes del Estado y a los candidatos en las próximas elecciones que lucharan por un país con justicia para lograr el esclarecimiento del atentado.
En esa oportunidad, Bergoglio puso primero su firma en el manifiesto, acompañado de varios familiares de las víctimas. Allí, se abrazó con el rabino Ángel Kreiman, quien perdió a su esposa Susana en el atentado de 1994.
«Los abajo firmantes asumimos por un instante la representación de cada uno de los fallecidos en el atentado a la AMIA ocurrido hace 11 años y en nombre nuestro, de cada uno de ellos y de los Familiares y Amigos de las Víctimas instamos a cada uno de los destinatarios de la presente a luchar en forma inquebrantable para lograr tener un país sin impunidad, con una justicia mejor, con educación y salud para todos, sin discriminación ni excluidos y que conservemos la memoria de las cosas que se hicieron mal para no repetirlas. Sólo así los que ya no están podrán descansar en paz y nosotros estar orgullosos en ser parte de un país mejor y más justo», expresaba el manifiesto.
Pero el compromiso con la causa no terminó ahí. En 2010, Bergoglio realizó una visita considerada «histórica» a la sede de la AMIA, la primera de un representante de la Iglesia Católica a esa institución judía. Allí fue recibido por el entonces por el titular de la AMIA, Guillermo Borger, y miembros de la Comisión Directiva.
Previo al encuentro, el cardenal realizó un recorrido por el monumento en homenaje a las víctimas del atentado y colocó una ofrenda floral frente una placa que lleva inscriptos los nombres de los 85 muertos en el ataque.
Bergoglio sostuvo que su visita significó «un reconocimiento a la solidaridad de una comunidad». «Esta es una casa de solidaridad y la solidaridad es una reserva que tenemos como pueblo y no debemos perder», destacó. Y afirmó que la placa en conmemoración a las 85 víctimas es un «recuerdo, es un lugar de sangre que nos evoca una historia de sangre, un eslabón más en la cadena de dolor y persecución que el pueblo elegido de Dios ha sufrido en la historia».

El Papa Francisco junto al rabino Abraham Skorka
Más allá del atentado a la AMIA, el papa Francisco mantuvo y mantiene hasta el día de hoy una excelente relación con diversos rabinos. Uno de ellos el Rabino Abraham Skorka, con quien recorrió Jerusalem en 2014 y a quien anualmente le envía un saludo especial por Pésaj (la Pascua judía).
Además, EL Papa tiene una excelente relación con Claudio Epelman, director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano (CJL).
El Papa también recibió en más de una oportunidad a dirigentes de la comunidad judía en el Vaticano, entre ellos dirigentes de la DAIA y del CJL.

Jorge Bergoglio junto a los rabinos Sergio Bergman y Alejandro Avruj