Itongadol.- El 22 de abril de 1710, Francisco Lopes Suasso, heredero de una de las familias más ricas e influyentes de la Era Dorada holandesa, murió en la Haya, aproximadamente a los 53 años.
Era conocido por la comunidad judía de Ámsterdam como Abraham Israel Suasso y sus padres eran descendientes de familias conversas que dejaron España después de la Inquisición, luego de lo cual se dirigieron a Holanda, donde pudieron volver a vivir vidas abiertamente judías.
Francisco nació en la riqueza y su padre era un banquero exitoso que tenía grandes contactos políticos. Tras su muerte en 1685, su hijo heredó la mitad de su fortuna, la cual estaba principalmente compuesta por acciones de la Compañía Dutch East India.
Como su padre, él también fue astuto políticamente y William de Orange acudió a él en 1688 cuando se estaba preparando para invadir Inglaterra con la intención de derrocar al rey, el católico James II. Francisco le proveyó un préstamo de dos millones de florines, una suma astronómica en su momento.
Cuando William le preguntó que demandaba a cambio, Francisco respondió, según la leyenda: “Si sale victorioso sé que me lo devolverá. Sino, acepto que los he perdido”. El monarca tuvo éxito y pagó su deuda al banquero, según el medio israelí Haaretz.