Agencia AJN.- El presidente de Polonia, Andrzej Duda, eligió hoy resaltar los aspectos más positivos de las relaciones entre judíos y polacos en su discurso durante la Marcha por la Vida en el campo de exterminio de Birkenau.
Dirigiéndose a aproximadamente 15.000 participantes, Duda expresó que "durante muchos siglos, la antigua ciudad polaca histórica de Oswiecim (el nombre polaco de Auschwitz) no estaba asociada con el antisemitismo y el exterminio".
A lo largo de su discurso, el presidente evitó mencionar la complicidad polaca en el Holocausto, en consonancia con la ley recientemente aprobada en el país, que exige penas de prisión de hasta tres años por atribuir los crímenes de la Alemania nazi al Estado polaco.
"Alemania invadió y destruyó el Estado polaco independiente, luego trajo sus campos de muerte y crematorios", continuó.
"Durante 1000 años, la nación judía consideró mi país como un hogar hospitalario y seguro", señaló Duda. "En Oswiecim había templos y escuelas. Hace apenas 80 años, en la Segunda República de Polonia, los judíos representaban casi el 50 por ciento de la población de Oswiecim."
"Esa coexistencia fue brutalmente interrumpida por los alemanes, que impusieron sus propias leyes inhumanas en las tierras ocupadas de Polonia, confinaron a los judíos en guetos y los condenaron a muerte. Querían romper la solidaridad de la nación polaca, nos separaban con muros y alambre de púas", destacó.
Además, el presidente subrayó las acciones de aquellos polacos que intentaron ayudar a los judíos durante el Holocausto.
A pesar de la ocupación nazi, "los polacos sin embargo ayudaron. El grupo de resistencia polaco Zegota ayudó a los judíos. Son los héroes de nuestras dos naciones".
Los nazis, reflexionó Duda, transformaron a Polonia de "una tierra bendita, que durante siglos dio la bienvenida a los judíos que huían de la persecución del extranjero… a un lugar de Holocausto".
Los funcionarios polacos incluso trataron de advertir a los gobiernos occidentales sobre el Holocausto, argumentó, pero las llamadas “cayeron en un saco roto" en Gran Bretaña y Estados Unidos.
Duda no mencionó a los sobrevivientes del Holocausto asesinados por civiles polacos al regresar a sus hogares después de la guerra, algo que su homólogo israelí, Reuven Rivlin, mencionó en la ceremonia estatal que marcaba el inicio de Iom Hashoá, el Día del Recuerdo del Holocausto.