Itongadol.- Como hace ya quince años, el profesor Abraham Lichtenbaum, Director General de la Fundación IWO, preparó sus valijas y fue al hemisferio norte, para participar como docente de los cursos de idish que organiza el Vilnus Yiddish Institute para alumnos universitarios que sienten la necesidad de aprender la lengua que también generó cultura judía los últimos 1000 años.
Otros años el curso fue dado en Varsovia, Paris y Estrasburgo. Para este verano la ciudad elegida fue Vilna, la Jerusalem de Lituania, que tiene un Departamento de Idish en su Universidad, en la Cátedra de Lenguas sin Estado. Unos 50 alumnos de 12 países inician o continúan los estudios y algunos de los cuales ya enseñan idish en sus universidades. Algunos de ellos ya participaron de tres cursos de verano dado por Lichtenbaum. Otros docentes que también participan de este curso son la profesora Ana Vershik de Tallin (Estonia), el profesor Ber Kotlerman de la Universidad Bar Ilan, Israel y el profesor Dov Ber Kerler de la Universidad de Bloomington Indiana, Usa.
Rusia, Polonia, España, Estados Unidos, Israel, Canada, Rumania, Inglaterra, Alemania, Austria, Suiza y Holanda apuestan al futuro del idish y sus alumnos universitarios se preparan. Lengua, Literatura, Judaísmo en la literatura, canciones, vivencias, la historia de IWO en Vilna, mesas sabáticas, cine, conferencias y paseos por la Lituania judía visitando Kovne, Ponar, Ponevesz y su famosa yeshive, el gueto y el cementerio con la tumba del Gaon de Vilna completan el saber sobre la judeidad lituana entre los alumnos judíos y no judíos.
El curso empezó el 17 julio y finalizó el 12 de Agosto pero los alumnos asumieron el compromiso de seguir leyendo la bibliografía y los materiales durante todo el año hasta el próximo seminario de verano.
El IWO de Buenos Aires publicara próximamente algunos trabajos resultados de este curso para que se conozca el nivel del alumnado.
“Investigadores y docentes continúan con el desafío de que el idish no se olvide. Este año recibí alumnos de ex-alumnos, y puedo decir que valió la pena el esfuerzo: me quedo tranquilo que hay continuidad” dice Abraham.
Fotografía: Vilnus Yiddish Institute