Itongadol/AJN.- El primer ministro de Francia, Manuel Valls, hizo la declaración en una carta escrita a Shmuel Rabinowitz, el rabino del Muro de los Lamentos y los Lugares Sagrados de Israel.
"Francia nunca negará la verdad, el derecho existente de los lazos históricos judíos con Jerusalem", expresó el mandatario.
Las declaraciones del diplomático francés llegaron a raíz de una protesta de Rabinowitz respecto al respaldo del país europeo ante la resolución de la UNESCO, aprobada en abril, que ignora los lazos judíos con el Monte del Templo y el Muro de los Lamentos.
Valls afirmó que la posición de Francia no cambió respecto a Jerusalem, a la que considera como un símbolo de "la unificación de las tres grandes religiones monoteístas."
Los 21 miembros del Comité del Patrimonio Mundial habían previsto votar el asunto la semana pasada, al concluir su 40ª reunión en Estambul, programada del 10 al 20 de julio.
Sin embargo, a raíz del golpe de estado fallido de Turquía, la votación se retrasó hasta octubre.
La resolución fue presentada inicialmente por Jordania y Palestina como parte del proceso burocrático por el cual el Comité del Patrimonio Mundial reafirma la colocación de Jerusalem y la murallas de la Ciudad Vieja en la lista del patrimonio mundial que se encuentra en peligro.
Como parte de ese proceso de confirmación Palestina y Jordania presentó un texto atacar a las acciones de Israel, incluyendo sus excavaciones arqueológicas dentro de la Ciudad Vieja. Aunque el Monte del Templo es el lugar más sagrado para el judaísmo, se refirió a ella únicamente por su nombre musulmán de Al-Haram ash-Sharif (el Noble Santuario).
En abril, el Consejo Ejecutivo de 58 miembros de la UNESCO aprobó la resolución 199, con 33 votos a favor, seis en contra y 17 abstenciones. Ghana y Turkmenistán estaban ausentes. Estonia, Alemania, Lituania, Países Bajos, el Reino Unido y los Estados Unidos se opusieron a la resolución, mientras que Francia, España, Suecia, Rusia y Eslovenia se posicionaron a favor.
Como estado miembro de la UNESCO desde 2011 Palestina podrá presentar soluciones a los órganos de la UNESCO, como el Comité del Patrimonio Mundial.