Itongadol/AJN.- Con la finalidad de que expliquen los motivos y alcances de este programa, la Agencia Judía de Noticias dialogó con Fabio Fridman, director ejecutivo de FACCMA, y Gabriel Anapolsky, director asistencial de la Fundación MAOR, el primer centro comunitario para la prevención y asistencia de las adicciones fundado en 1995.
FACCMA y la Fundación MAOR se unieron en el desarrollo de una acción destinada a mejorar la calidad de vida de los miembros de nuestra comunidad estableciendo el “Programa de concientización sobre adicciones: prevención y deporte”, que cuenta con el apoyo de la Dirección General de Fortalecimiento la Sociedad Civil del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Ambas instituciones presentaron este programa, que luego de ser evaluado por el ente del Gobierno de la ciudad fue uno de los 300 elegidos entre los 1.300 presentados, lo que implica que será subsidiado en parte por ellos y tanto FACCMA como MAOR solventará el resto.
“Nosotros venimos trabajando con MAOR desde hace tiempo efectuando talleres y actividades que desarrollamos juntos para líderes deportivos y madrijim, ya que muchos de ellos participan de los dos ámbitos, siendo el grupo etario sobre el cual nos interesa trabajar. Entendiendo cuál es la misión de la Fundación MAOR y conociendo su experiencia y habiendo habido diferentes tipos de contactos, tanto a nivel voluntario como a nivel profesional, entre ambas instituciones empezamos a pensar qué tipo de proyectos podíamos desarrollar juntos ante la realidad de que con el paso de los años hay ciertas adicciones que se dan más frecuentemente entre los jóvenes en general”, manifestó el director ejecutivo de FACCMA, remarcando que en algunos casos los deportistas llegaban a los campos de juego en condiciones que no eran adecuadas para una actividad deportiva, y “que tenían que ver con el tema de adicciones, o por lo menos de haber ingerido alcohol en principio u otras sustancias”.
También reconoció que los entrenadores y los padres no están preparados ni saben cómo afrontar este tipo de dificultades. “En general se asustan por qué no saben cómo manejarlas mientras que MAOR lo sabe, entendimos que era el socio natural”, destacó. “En general se sienten impotentes y no saben cómo actuar y creemos que los profesionales de Maor desde su experiencia pueden ayudar.”
Fridman explicó que además, como se debían generar los fondos necesarios para poder llevar adelante el proyecto, les parecieron viables los proyectos que tiene el Gobierno de la Ciudad desde diferentes áreas. “Como desde FACCMA ya venimos trabajando con un organismo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y pudimos acceder a diferentes proyectos que subsidia para poder llevar adelante actividades de asistencia, cuando comenzamos a trabajar con MAOR en esta problemática, encaramos la posibilidad que ofrece la Dirección General de Fortalecimiento la Sociedad Civil y allí presentamos el proyecto en conjunto”, señaló.
Por su parte, Gabriel Anapolsky, director asistencial de la Fundación MAOR, expresó que la importancia que tiene el “Programa de concientización sobre adicciones: prevención y deporte” es que lo que antes eran episodios aislados que tenían relación con que cada institución los convocaba para trabajar sobre una emergencia, mediante este programa eso se convierte en una tarea sistemática, donde van a trabajar con los entrenadores, los jóvenes deportistas y los padres, “por eso, hablamos de una cogestión FACCMA MAOR, un modelo donde podamos ir trabajando permanentemente con todos los clubes e instituciones comunitarias manteniéndolo en el tiempo”.
“Todos sabemos que la prevención no puede ser un episodio aislado. La única manera de hacer prevención es efectuarla permanentemente, es decir que esto se mantenga tratando cada vez de abarcar franjas etarias más importantes, integrando no solo a los deportistas de las categorías juveniles sino también pensamos en abordar la problemática con los deportistas de la categoría sub 23 – todos – absolutamente atravesados por el tema del incremento del consumo de sustancias – básicamente alcohol y marihuana – y por lo tanto nos parece imprescindible acercarles las herramientas para que puedan tomar las mejores decisiones.”
Fridman destacó que las instituciones comunitarias no siempre se unen para trabajar en conjunto pensando que este tema es una problemática que les toca vivir a los jóvenes de la comunidad. “Pensar cómo podemos potenciar y generar una sinergia entre dos organizaciones no se da frecuentemente y la verdad es muy bueno que esté pasando y que estemos trabajando juntos porque el proyecto que estamos llevando a cabo hace a la misión de las dos organizaciones”, sostuvo.
Por último, Anapolsky manifestó que FACCMA lidera el abordaje de esta problemática en el ámbito comunitario. “MAOR viene trabajando en ámbitos preventivos y asistenciales desde hace más de 20 años, sabemos lo que está pasando en las escuelas, en las comunidades, en los templos y los clubes, por la cantidad de personas que se acercaron a nuestro centro de asistencia, pero también por los talleres que hemos realizado, y porque hicimos una investigación junto con el Departamento de Juventud de AMIA y no hay ninguna duda de que hoy el nivel de consumo, tanto de alcohol como marihuana y cocaína que se da dentro del ámbito comunitario es exactamente igual que lo que está pasando por fuera de la comunidad, con lo cual la fantasía o ese mito de que dentro de la comunidad la gente no tenía problema de consumo es una falsedad”,explicó.“Pocas instituciones tuvieron la posibilidad y la capacidad de enfrentarlo y me parece importante escuchar y ver lo que está pasando, y ellos [FACCMA] se pusieron en contacto posiblemente con los profesores de educación física, los directores técnicos, los entrenadores de todos los deportes que claramente podían identificar los problemas que estaban teniendo”, agregó.
La alianza estratégica entre ambas instituciones promete dar recursos y herramientas a los profesores para que tengan cierta capacitación para poder abordar la temática; en el caso de los jóvenes generar espacios donde puedan reflexionar y pensar acerca de lo que les está pasando, que no solamente tiene que ver con el consumo de sustancias y cómo esto lo condiciona para jugar un partido de fútbol los fines de semana, sino también como los afecta en su vida en general. La iniciativa propone un espacio también para los padres. “El lugar que están ocupando los padres, si se comunican con los chicos, si ponen los límites adecuados, si se habla o no se habla, si se esconde o no se esconde. Se esconde porque hay mucha negación y resistencia en aceptar que esto es un problema” y si eventualmente lo reconocen como un problema suelen depositar la solución en las instituciones, resaltó y agregó para concluir que “FACCMA, tanto en el ámbito deportivo como en escuelas de madrijim, son los que más han podido sincerar este tema y ponen la mayor cantidad de recursos posibles. Este programa lo que les va a posibilitar darle continuidad a este trabajo que se inició hace muchos años y que ojalá podamos prolongar en el tiempo, todo lo que sea necesario”.