Por ello, el Gobierno israelí anunció que interrumpiría las operaciones en Gaza y las reduciría en Cisjordania. Sin embargo, en los últimos días las dos partes se vieron inmiscuidas en acusaciones mutuas, seguidas de un repunte de la violencia, incluyendo el asesinato el lunes de una niña palestina de 10 años en Gaza, sin que quedase claro quién llevó a cabo el ataque, seguido por la respuesta de Hamás con un ataque con morteros contra asentamientos judíos.
Por otra parte, un veterano miembro del Ministerio de Defensa israelí, Amops Gilad, indicó que las dos partes planean establecer un panel de expertos para sacar a algunos fugitivos palestinos de la lista de buscados por Israel, lo que llevaría a un alivio de la principal fuente de tensión.
Israel ha matado y arrestado en los últimos cuatro años a cientos de activistas palestinos y persigue a varios cientos más, según estimaciones de la Autoridad Palestina. Gilad declaró a la radio militar hebrea que los ministros del gabinete están preparados para aprobar la formación del panel de expertos a finales de semana.
No obstante, Israel no cederá hasta que los fugitivos palestinos depongan sus armas y firmen un acuerdo por escrito por el que se comprometan a no perpetrar ataques contra objetivos israelíes, señaló Gilad. «Cualquier fugitivo que viole el compromiso se convertirá de nuevo en objetivo», añadió.