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Itongadol.- Vivimos cada viernes un tiempo especial y diferente dentro de la rutina diaria del Jardín. El Kabalat es un tiempo de preparativos, de venir al jardín más coquetos y sin delantal, es un tiempo de estar tranquilos, respirar profundo y pensar en la semana que pasó.
Tenemos distintas modalidades de celebrarlo en el jardín: Una, donde cada grupo en la intimidad de su sala, en una ronda, se perfuman, visten la mesa de Shabat hacen las brajot, cantan y bailan canciones alusivas.
También, una vez por mes, todas las salas se reúnen a vivenciar un Kabalat Shabat compartido.
Las salas de 12 y 18 meses en la segunda mitad del año reciben a los abuelos para invitarlos a compartir un Kabalat shabat juntos y luego un rico desayuno.
Como proyecto anual y para todas las salas circula "la caja de shabat". Cada viernes una familia del jardín se lleva una caja con todos los elementos y símbolos, un instructivo con las brajot y el paso a paso de cómo hacer el Kabalat. También se llevan una caramelera para devolverla con caramelos para la siguiente familia, una receta para cocinar Jalá en casa y un anecdotario donde cuentan cómo fue la experiencia. Muchas familias aprovechan la oportunidad para invitar a familiares y amigos. ¡Año a año comprobamos lo hermosa y significativa que es esta experiencia!
En el ámbito comunitario, las familias son convocadas cada semana, al servicio de Kabalat shabat infantil que se desarrolla en la Escuela Comunitaria Arlene Fern.
También una vez por año organizamos en nuestra comunidad de NCI-EMANU El un Kabalat shabat con todas las familias. Es un servicio paralelo al servicio del templo, pensado y planificado para compartir entre todos, padres e hijos, con la posterior cena sabática.
Todas estas experiencias son las enriquecen y resignifican nuestras prácticas judaicas comunitarias, permitiendo trascender, más allá de lo que los chicos vivencian cada Shabat en su espacio del Jardín.