Itongadol/AJN.- “Todos los directores de las instituciones de Santiago nos reunimos mensualmente y (el viernes pasado) el equipo profesional de la Comunidad Judía de Chile nos actualizó sobre el trabajo que están haciendo y estuvimos trabajando en cómo visibilizar el aporte judaico al país”, del cual en 2016 se cumplen 110 años, resumió Sergio Herskovits, del Instituto Hebreo “Dr. Chaim Weizmann” a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Esta vez, el encuentro se realizó en la sede de Bomba Israel, la Quinta Compañía del Cuerpo de Bomberos de la comuna nororiental de Ñuñoa, y “tiene un valor simbólico muy alto porque es una entidad de perfil muy bajo, a través de la cual contribuimos de una manera notable con Chile”, destacó.
La misma “nació hace mucho años y a pesar de que casi no quedan judíos -se fueron trasladando progresivamente a otras partes de la ciudad- resolvió mantener su compromiso moral de seguir sirviendo a la población” porque “son todos voluntarios y la única retribución que tienen es sentir que hacen el bien por el prójimo”, resaltó el director general del Instituto Hebreo.
Por otra parte, Herskovits enfatizó que la chilena “es una comunidad profundamente sionista y hay permanentes programas con Israel; solo a título de ejemplo: hace 50 años que, en diciembre, viajan todos los alumnos que están por empezar el último año del secundario -hace 8 se incorporó Polonia- y están un mes allí”.
Asimismo, “hay una buena relación” con las autoridades nacionales, si bien “hubo un momento de tensión cuando Chile retiró a su embajador en Israel durante el conflicto en (la Franja de) Gaza”, pero “desde ese momento, tanto la comunidad como el gobierno de (Michelle) Bachelet han hecho un esfuerzo por mejorar el vínculo y esto se ha notado especialmente el año pasado, cuando la Presidenta estuvo en tres eventos importantes, como la (Ceremonia de) Apertura de las Macabeadas Panamericanas, lo cual fue muy significativo”, subrayó.
Es que “el leitmotiv de la comunidad judía de Chile es la coexistencia y busca exportar la paz -mientras otros sectores muy minoritarios quieren importar el conflicto (de Medio Oriente)-, con la esperanza de que esta convivencia pueda ser replicada en nuestro querido Israel”, se esperanzó el funcionario.
“La comunidad judía de Chile forma parte de la gran familia de la región y está vinculada con todas sus pares: CLAM (Confederación Latinoamericana Macabi), en la parte deportiva; el movimiento Masortí; el Congreso Judío Latinoamericano; y el colegio, que tiene casi 1.500 alumnos, tiene relación directa con escuelas judías del (sub)continente; en especial en Brasil, Argentina y Uruguay”, finalizó.