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Itongadol.- Miguel Glatstein es uno de los tantos argentinos que hicieron aliá y decidieron dedicar su vida a ayudar a otros y al Estado de Israel. En su caso particular él es hoy en día Coordinador del Área de Emergencia Pediátrica y Director del Servicio de Toxicología Pediátrica del Sourasky Medical Center, dependiente de la Universidad de Tel Aviv, y trabaja para ayudar a niños israelíes y palestinos, sin importar su origen ni los conflictos regionales.
“La importancia de mi trabajo es que la gente se dé cuenta de que la mayoría de Israel quiere estar en paz, sin conflicto. Además, nuestro objetivo es que los chicos que vienen de la Franja de Gaza, además de salvarles la vida, conozcan el país y destruyan el lado de violencia que tienen desde chicos”, remarcó el médico que visitó esta semana Argentina para participar de un encuentro de los Amigos de la Universidad de Tel Aviv.
Glatstein atiende chicos con todo tipo de enfermedades y traumas provenientes de distintas zonas de Israel, Cisjordania y Gaza. Cuando un hospital palestino decide trasladar a un niño a Israel se accionan una serie de pasos para poder lograrlo: se envían cartas, se organiza la transferencia con la Cruz Roja y se coordina entre las fuerzas de seguridad de ambas partes. “Muchos vienen porque no los pueden atender bien en sus hospitales, sobre todo con enfermedades complicadas”, dijo.
Una vez que los pequeños llegan junto a su familia estos se instalan en las salas comunes junto a otros chicos y allí es donde se da la interacción entre culturas. “En el hospital no hay conflicto israelí palestino, todos se atienden en las mismas salas con los mismos médicos y enfermeros. Los padres se quedan en el hospital porque duermen ahí. Se conocen entre todos y juegan todos los chicos juntos. No hay ninguna división”, explicó.
“El arma más importante que hay contra la violencia es que la gente se conozca entre sí y sepa que no es tan cómo les meten en la cabeza los gobiernos de Hamas y los grandes extremistas. Los padres palestinos se dan cuenta de todo, no hablan del conflicto pero saben que para salvar la vida de sus hijos deben venir a Israel. El año pasado uno de los terroristas más importantes del Hamas trajo a su hija para que reciba tratamiento. Ella estuvo en mi hospital y obviamente que la tratamos igual”, subrayó.
Según el pediatra, los palestinos no tienen problema en viajar a Israel por tratamientos médicos ya que saben de los avances tecnológicos del país. “La mayoría del pueblo palestino no quiere guerra. Es todo problema de los gobiernos. Este tampoco es un gobierno que ayude mucho a destruir el grado de violencia que hay. El problema mundial es que le echan demasiado la culpa a Israel como si fuese el único culpable de lo que está pasando y la verdad es que hay dos gobiernos que no hacen nada para que la gente tenga más esperanza”, dijo.
Además se refirió al boicot que recibe el mundo universitario israelí y judío y remarcó que para que esto no suceda es necesario mostrar más cosas positivas del Estado Judío. “Se la agarran con la gente de ciencia, que es la más abierta, y la boicotean. Esto es, en parte, también culpa de Israel, que no publicita las cosas buenas del país que hay”, dijo.
Glatstein también es miembro del Cuerpo Docente y conferencista senior en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv y médico Reservista del Ejército de Israel. Anteriormente fue médico de emergencias en hospitales en Canadá y en Vietnam.