Itongadol/AJN.- El ministro libanés de Medio Ambiente, Mohammad Manchouk, llegó a Yakarta, donde representa al primer ministro Tammam Salam en la “Cumbre Extraordinaria de la Organización para la Cooperación Islámica”, que comenzó ayer.
En las primeras horas de su estadía en Yakarta, Machnouk se reunió con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas.
En un mensaje que transmitió, en nombre del primer ministro, Manchouk aseguró ante los miembros de la cumbre que el Líbano rechaza cualquier medida que lleve a otorgar la naturalización a los palestinos. “Cualquier acuerdo que permita la naturalización de los palestinos será inmediata y completamente rechazado”, advirtió el ministro.
El funcionario consideró que un acuerdo de este tipo “perjudicaría a la población palestina y a los intereses de los países en cuestión, incluyendo el Líbano, donde la naturalización contradice la Constitución y viola el consenso nacional."
El ministro Manchouk señaló que su país aboga por “que se cumpla el derecho de retorno de los palestinos” y urgió a la comunidad internacional a que “presione a Israel para que se alcance una solución definitiva y justa de la cuestión palestina”. Manchouk también culpó a Israel de frustrar todos los esfuerzos por lograr una solución pacífica basada en la fórmula de dos estados.
Discriminados por ley
En la actualidad se estima que viven en Líbano alrededor de 500.000 palestinos. Cabe recordar que las leyes vigentes en Líbano no sólo limitan los derechos de nacionalidad de los palestinos sino también de propiedad y de ejercer algunas profesiones, tales como la medicina, farmacia y periodismo, entre otras que están vedadas para ellos. Sólo los palestinos cristianos y chiitas – algo excepcional – recibieron nacionalidad libanesa. No así los palestinos sunitas, que son la gran mayoría de esta población.
Por otra parte, está prohibido el ingreso de materiales de construcción a los campamentos de refugiados palestinos.
Un informe de la organización Amnistía Internacional del año 2007 asegura que “la discriminación que sufren los palestinos en Líbano, y su conversión en un grupo marginal contribuyeron a los altísimos niveles de desocupación, bajos salarios y condiciones de trabajo deplorables. La pobreza se vio agravada por las prohibiciones y limitaciones que se les imponen en el acceso a la educación y servicios sociales”.
Datos presentados por el periodista israelí Ben Dror Yemini en 2015 indican que el nivel de desocupación entre los palestinos en el Líbano es del 56%. Entre los que trabajan, sólo un 6% tienen un título académico (mientras que entre los trabajadores libaneses esa cifra alcanza el 20%). Un 66% de los palestinos en Líbano viven por debajo de la línea de la pobreza, con menos de 6 dólares por día por persona.