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Itongadol/AJN.- Desde el comienzo de la escalada de violencia actual ha habido 13 ataques terroristas perpetrados por pares de atacantes de Cisjordania o Jerusalem del Este. Esta tendencia está comenzando a desafiar la percepción de que estos eran principalmente efectuados por “lobos solitarios” (criminales solos) que cometen atentados sin contarle a nadie sobre sus intenciones.
Dos o tal vez tres terroristas perpetraron un ataque anoche en Har Brakha, mientras que otros dos cometieron el atentado en el asentamiento Eli más temprano en el día. La Fuerza de Defensa de Israel y la Shin Bet todavía están buscando a los dos primeros atacantes, que apuñalaron a dos soldados en un puesto militar y escaparon. Se han cortado rutas y se está interrogando a los residentes locales.
Los terroristas que salen de a pares a perpetrar atentados trabajan de manera más deliberada y no de un impulso o deseo momentáneo. El hecho de que lo hagan conjuntamente ha aumentado, como es el caso del ataque a un micro en Armon Hanatziv, Jerusalem, cuando Baha Alyan y Bilal Ranem de Jabel Mukaber mataron a tres israelíes, o el de los terroristas Ibrahim Alan y Hussein Abu Gosh, que asesinaron a Shlomit Krigman en Beit Heron.
Un análisis de su perfil muestra que mayormente son jóvenes y, en muchos casos, provienen del mismo pueblo. Por ejemplo, los tres terroristas de Qabatiya eran buenos amigos y perpetraron el ataque para vengarse de la muerte de uno de sus amigos, que fue reducido cuando intentaba apuñalar judíos en un punto de control. En otros casos son miembros de la misma familia, como Hassan y Ahmed Mansara, primos de Beit Hanina, al norte de Jerusalem, que intentaron efectuar un ataque en Pisgat Zeev.