«La OTAN no irá nunca a la región para intervenir», pero se puede contemplar el envío de tropas si las dos partes llegan a un acuerdo global para su convivencia pacífica y si solicitan a la Alianza Atlántica que garantice las condiciones de seguridad para su puesta en marcha, señala de Hoop Scheffer.
El secretario general parte de la base de que una operación de esas características tendría lugar bajo el patrocinio de las Naciones Unidas.
En la entrevista, de Hoop Scheffer critica también veladamente la negativa del Gobierno alemán a dejar que los oficiales de su Ejército que están integrados en las estructuras de la OTAN participen en la misión de la Alianza en Irak.
Las estructuras integradas son el «núcleo central de la Alianza y es importante que todas las naciones envíen oficiales cuando apoyan políticamente una misión», dijo.
Alemania -igual que España, Francia, Bélgica y Grecia- se ha negado a enviar oficiales para la misión de adiestramiento de la OTAN en Irak, en cumplimiento de la promesa electoral del canciller Gerhard Schroeder de que no enviaría soldados alemanes a ese país.
No obstante, Alemania forma a militares iraquíes fuera de su tierra.
Lo que ha ocurrido esta vez con la misión de Irak debe ser y seguir siendo «una excepción» dentro de la alianza, dijo su secretario general.
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