La Autoridad Nacional Palestina sufría una pequeña crisis como consecuencia de la repentina dimisión del ministro para Asuntos Parlamentarios, Nabil Amr, quien aducía diferencias sobre una eventual campaña de reformas internas. La renuncia de Amr se produce en vísperas del viaje a Washington del primer ministro israelí, Ariel Sharón, quien ha de presentar un plan de paz que sirva como base para la conferencia regional de junio.
Asimismo, presentaba su renuncia en bloque el equipo que llevaba a cabo las negociaciones con el Ejército israelí para encontrar una fórmula que lleve al levantamiento del asedio a la Iglesia de la Natividad, mientras un diplomático europeo se prepara para entrar en la basílica y mediar entre los palestinos atrincherados y las Fuerzas Armadas.
El titular de relaciones con el Consejo Legislativo Palestino (parlamento interno), Nabil Amr, presentó su dimisión ante el presidente, Yasir Arafat, argumentando divergencias respecto al resto del gabinete a la hora de abordar el «programa de reformas políticas y administrativas para reconstruir la Autoridad Nacional Palestina» anunciado la agencia oficial de noticias WAFA.
Tal reforma había sido planteada durante una sesión extraordinaria del Gobierno con varios miembros del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que es a su vez la organización matriz de la que emana la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Interpretado por muchos como necesario, pero aletargado como consecuencia de la Intifada de Al Aqsa, el debate sobre la necesidad de acometer cambios internos había sido iniciado por el director del Servicio de Seguridad Preventiva en la franja de Gaza, Mojamed Dajlán. Dajlán, que pertenece a la segunda generación de líderes palestinos curtidos en las cárceles israelíes durante la primera Intifada (1987-93), había lanzado este globo sonda sobre la reforma institucional dos días antes de que el Ejército israelí se retirara de Ramalá, posibilitando que Arafat recuperara la libertad de movimientos