Sin embargo, no contempla la creación de un Estado palestino o el desmantelamiento de los asentamientos, cuestiones ambas que son vistas como imprescindibles por la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para que dicho plan sea realmente viable.
El presidente palestino, Yasir Arafat, se congratuló por su parte de la idea de celebrar una conferencia internacional de paz, que podría tener lugar en Washington a principios del próximo verano. Esta propuesta, inicialmente lanzada por Sharon y recogida por el secretario de estado norteamericano, Colin Powell, fue además apoyada durante la reciente reunión del «Cuarteto», una especie de directorio de política internacional en el que están representados Estados Unidos, la Unión Europea, la Federación Rusa y Naciones Unidas.
No obstante, Arafat, rechazaba el sistema de acuerdos interinos que pretende Sharon, argumentando que, para tener éxito, la conferencia debería tener como conclusión la creación de un Estado independiente, cuyas fronteras estén basadas en las demarcaciones previas a la Guerra de los Seis Días (junio de 1967), según queda reflejado en la iniciativa regional de paz elaborada por Arabia Saudí.
Entretanto, una delegación de la ONG para la defensa de los Derechos Humanos Human Rights Watch, presentaba un informe de 48 páginas relativo a los hechos acaecidos en el campo de refugiados de Jenín.
Después de realizar una exhaustiva investigación de campo, esta organización afirmó no haber encontrado indicios de que se hubiera producido masacre alguna. Sin embargo, añadía que «los abusos que hemos documentado en Jenín son extremadamente serios y en algunos casos podrían constituir crímenes de guerra»